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303. _....

l'nos en permitir equívocos

ó

errores cometidos

af

t.radu~ir

y trasladar los testos de los reverendos pa...

dres, claria ello p·or resultado la diminucion del

nú–

rnero de testimonios, quedando superabundantes, pa–

ra poner en evidencia la falsedad y laxitud dé las sen–

tencias de los escritores jesuitas, ademas de la fideli–

dad de los encargados de estraer]as de los libros

de

la con1pañia.

Demos una muestra de la propension

á

equivocarse

los adversarios, siempre

á

favor suyo. Decía el mi–

sio·nero apostólico-"acusan al P. Daniel de idolatria

»por haber escrito-este artículo de idolatría es .el mas

»cruel para los jesuitas;

y

yo les he dicho, qt1e en al–

·>J

gun modo era un punto decisivo; por cuanto supo–

)) niendo que sea cierto, el resto parece creíble,

ó

no

>J

tan increíble." Los impugnadores no dicen mas,onü–

ten las palabras siguientes-"pero estando colnpleta–

»

~1ente

probada la falsedad de este punto, queda evi–

>>

dente el furor de los enmnigos de la compañia," pa–

ra dejar entender, que el P. Daniel podía creer en la

verdad de la idolatría."

Pero no hay fundamento para decir, que los encar..

gados de estraer las aserciones se propusieron acusar

al P. Daniel de ser idólatra,

ó

creer en la verdad de

la idolatria,sino que alegaron su testimonio para acre–

ditar, cuan grave

é

importante era el punto de ido–

latría~

que una vez probado, como creian ellos haber–

lo hecho, eran ya creíbles los de1nas de las cartas pro–

vinciales, porque de las

cartas provinciales

hablaba el

P. Daniel. Los encargados se habían esmerado en

acumular testimonios de padres jesuitas, para probar

sus doctrinas

y

prácticas en el artículo de idolatría,

y

con tal estension, como no lo hicieran en ningun otro,

fuera del de probabilis1no y lesa magestad; y despues

de muchedumbre de testos copiados, y de

constitucio~

nes pontificias al caso, ponen en últin1o lugar el del

P. Daniel, no para acusarle de defender la idolatría,

si no para n1anifestar, digamoslo otra vez, la gravedad

é

importancia del punto y le citan de un modo djfe–

ronte que á los otros autores.-Juicio

del P. ·Daniel,je...

.suita, sobre la idolatria china.

Con sernejante propósito,

estaba por de1nás seguir copiando las palabras de es..

te padre, ütvorable por supuesto

á

sus hern1anos;

pe~