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C(H11unical' el breve ele snpresion, por Monseñor
~1rt
cedonio, al general de la compañia en la casa profesa
de
I\.01na,
y se leyó en presencia de todos los padres,
que ahi se encontraban reunidos. Fácil es concebir la
satisfaccion que recibirían los príncipes de la casa de
Borbon
y
de Portugal.)) Decretada pot autoridad conl–
petente y reconocida por los mismos padres jesuitas
la estincion de la compañia, naturalmente se pone el
corazon al lado de los afiijidos para sentir con ellos,
mas no para justificarlos
y
reconocerles derecho
a
se–
guir existiendo en órden religiosa. Esta era causa apar-–
te, la causa de la justicia y conveniencia del procedi–
miento pontificio, que era muy diferente de la sitna–
cion de dolor
á
que tuvieron que llegar en fuerza de
los acontecinüentos.
§
2.o
219.
HagamoA un 1ijero resúmen del n1en1orable
breve-Dom.únts
ac redemptor noster.
Empieza el papa
reco1nendando la necesidad é irnportancia de la paz, y
el esmero suyo en procurarla desde el principio de su
pontificado eu la iglesia cristiana, ya fuese plantando
y
e<lificando para
con~ultar
la quietud y tranqu11idad,
co1no arrancando
y
destruyendo, aunque fuese con
gt·ande sentin1iento
y
dolor del corazon. Hace luego
un gran elojio de las órdenes regulares,
y
de la utili–
dad que de ellas ha recibido la iglesia; pero observa
al1nismo tiempo, que cuando no han producido los
frutos para cuyo logro fueron instituidas, y antes bien
perturbaban la tranquilidad de los· pueblos, la silla
apostólica, que las hubo plantado, tuvo despues que
reducirlas·
á
su primitiva austeridad, ó arrancarlas
y
disiparlas enteramente. Recuerda que fué prohibida
]a fundacion de nuevas órdenes contra la importuni–
dad de los solicitantes;
y
que fueron estinguiclas las
ya
establecidas, de que hace prolija enumeracion.
Despues se espresa
a~i-''Teniendo
á
la vista estos
ejemplos
y
deseando proceder con acierto, uo hemos
o1niüdo
trab~~o
para la averiguacion de todo lo con–
cerniente
á
la órden de los jesuitas, comunn1ente lla–
Inada la cmnpañia ele
J
esus. Y por el 1nisn1o contes–
to
y
palabras de las constituciones apostólicas se echa
~e
ver claramente, que en la compañia, casi desde su