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-

112'-

nios

á

los jesuitas, se en1peñaron con

cr

papa Cien1ert·–

te

XIII,

para qno

estinguiera

la

úrden.

"Tal

solicitnd'r.

hizo grande eco en l{;onw,

y

espantó

á

losjes·uitas

y

r~

~ns

a1uigos; el propio,generar

pan~cia

perder su. -valor;..

y

el

rn.ism'O

papa reconacia, que

no

se· presentaba·otra

salida, en sctnejante posicion.

Y

co1no el ernpeño

de ·

las cortes era repetido, deteTn1inó Olen1-ente

XIII,

ac–

ceder

á

su solici tu

el,

y

s·eñaló el dia

3

de Fe'trrero de

1769, para anunciar su resoluciorr. Pero la víspera

d0

ese dia n1tuió,

y

el jénero de

:tnuertc y 1

as

circuns~

tancias dieron

lt1gar á

run1oreB·

siniestros.lt

:11uerto Clen1e.nte'

XIII, fu

ó- elojido e

l

cardena l

Gang~nolli,

en

yo "'nombre

no

fu·e propuesto en los

úl–

titnos dias del conclave por sus arnigos los cardenale"

de las cortes,

SÍl10

por losj.ofcs del rartido de }os

jO··

suitas: reunió

la

majestuosa uuaninüdad

d.e

todos

lo~

snfrajios."

20

6. Er

a natural

y

consiguiente,

qm~

]os soberanos .

ae

la

cn.sa

de Borbon repitieran sns insü1ncias cerca.

de Cl

en1en

te

XIV,

qui~n

le-s eontestó.

Pero·

esto sir–

vió de pretesto

á

los an1igos

de 1a

cornp~ñia,

para

qnc·

publicúran nna supuesta carta del papü

roy

(1er

Francia, en la cual se docia, qne " no pouía

d~Btrnir

>>

un injtituto alabado

y

coufi.rmado por

diezin11eye·

»papas,

y

auténtican1ente confirn1ado por el concilio·

» de 'frento, sieudo conforn1e

á

las n1áxi1nas· de

_la

igle~

(( sia galicana,- que el concilio general era superior

a-l

»papa."

-y

una pieza tan n1anifiestan1e11te- fhlsa:r

y

desrnentida por Clemente

XIV, ha

sido alegada eorno··

docun1m1to auténtico por todos los historiadores

de

la co1npañia."

.

El

papa 1neditaba en el asunto,

é

iba preparando

el

grm1de aconteci1nient0 por nle<1io de algunas

Iuedi–

das. Confirió

á

tres cardenales

la

inspeccion do

todos

los seminarios del Estado pontifical, que se hallaban

bajo la direccion do los jesuitas. Adornas, como estos

habian añadido

al

juran1ento que prestaban

lo~

discí–

pulos al regresar

á

sus misiones, la obligacion de de–

pender del general, Clen1ente prohibió esta ]nnova–

cion, que violaba elj urarnento in1puesto por

-u

rbaHo

VIII.

Suprinüú otro abuso,

y

era

el

que

·los

di8.CÍpn·-

1os

no podian confesarse sino con sacerdotes de la compa-.

ñia.

l~!~~ ~cle1nas

una nueva

y

grave

!llanifestacioll~.