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-165-

(1u.e las de los apóstoles." Pregunten de

pa$0

nues~

troé lectores á ·los reverendos p·adres, si los jesuitaj

podían dar culto de propia voluntad

á

los que llama–

ban mártires, que nosotros vamos

hacer algunas re–

.flexiones.

Si los padres jesuitas se resisten

á

confesar, que .

sus

pretendid.os

n1ártires estuvieron n1ezclaclos en la '

couj uracion ele la pólvora, siuo que ella fu.é mero pre–

testo,

no

podr{tn negar que por conjuracion fueron

juzgados

y

condenados. Ahora bien: aunque tal hi–

cieran jueces herejes,

y

n1andára la

In~laterra

un rey

hereje, no procedían en odio

á

la relijion, lo que es ·

indispensable para obtener la palma del martirio-·

1nors injlieta in

odiun;¿ Ckristi,

sino en defensa de la

tranquilidad pública

y

de los derechos del n1onarca.

El juramento que el rey Jacobo exijia, era unjca–

mente respecto de su independencia de todo poder .

extraño en lo político,

y

la, mayor parte de los eató-.. .

licos no pusieron dificultad en sotn.eterse

á

prestarlo.

¿O era punto de

católica la autoridad del papa

so~

tH·e los reyes en materias políticas?

¿Lo

era repntar

por acciou tneritot·ia, y di gua del eielo 1natar al tirano

ene1nigo de la iglesia católica?

U11a

de d'os cosas:

ó

hubo una lijereza vituperable en habet· puesto en el

núnlero de

los

n1árt.ires

á

los juzgados

y

castigados

por conspiradores;

ó

s.e justificaba, se canonizab:t el

1notivo que les cansó la rnnerte; Inotivo independien-

te

da las intenciones ele los jesuitas. ,

, ·

204. Sabido es el asesinato cometido en la persona

de Eut·ique III, rey de :F1·ancia por Jacobo Cle1nento,.

á

quien el P;

Maru~na

llan1aba

honor eterno d la Fran–

eia.

"El cura Boucher babia escrito un · libro contra

·ese rey, en eL cual se hablaba

'clat~amente

del derecho

que tenían los súbditos

á

degradarle,

y

á

ntatarle , el ·

prilnero que quisiera hacedo. Despues de la n1t1erte

del rey circularon el libro por todas partes los jesui–

tas,

y

le pusieron su escudo. En el crín1en intentado

en

l~nrique

IV,

por Pech·o· Barriere, aparece el nom–

bre deljesuita Varnde, rectoe del eolejio de Paris;

y

cuando al año siguiente quiso hacer lo rnismo Juan

Chatelse, descubrió que había estudiado y educádose

eu un colejio de jesuitas,

y

sido introducido por ellos

en la cauutra de las

1nedUaciones,

H~12a el~

den1onjos

J:.