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sociedad; pero es preciso reconlarlos, para·que vea-ís
el peligro que hay, no ya solamente en restablecerla,
sino en dejarla existir sin las leyes y á pesar de las–
leyes. La Compañia de
J
esus no se halla en
estad~
de proyecto. Sus individuo's no se reunen fortuita–
mente sin otro vínculo que una convencion precaria
diciendo-el gobierno nos lo,permite, ha cerrado los
ojos,
y
el ministro nos ha hecho decir, que si no hay
queja, nó hará nada. Esta cmnpañía eA.riste con esta–
tntos bien conocidos, con los estatutos de lo pasado–
sint ut sunt, aut non sint.
Ellos h an sido restablecidoS'
en términos muy compendiosos, para seguir" la r e-–
gla de
Ignacio~
es decir, tales co1no. se les h a conoci–
do en ot:t'o tiempo,
y
por consiguiente C'on t odos.los·
pelígros, todas las aprensiones, de que la historia ha;
dejado r e·cuerdos y legado lecciones."
"El cal"ácter mas sobresaliente de esta sociedad es
que ella está cnnstituida en el estranjero. Ella no to–
ma la existencía entre vosotros, con un jefe elejido:
ó
non1brado entre vuestros conciudadanos: tiene uu
general estranjero
y
que es un déspota sin modelo en
otra parte. El territorio sobTe el cu al p1·etende la com–
pañia ejercer su imperio, es el unive·rso :relijioso divi–
aido en provincias; y vosotros lnismos, este im.perio
t~n
glorioso, este reino de :B"'nÍncia, compone en este
n1omento dos provincias del reino de la con1pañia de·
J
esus.. Tenmnos dos padres provinciales constituidos
por el estranjero, con juran1ento
y
c01npromisos en
el estranjero, con un impulso recibido del estranjero
y
concurso del estranjero, sea un consejo
ó
en direc-
ion
ó
en dinero; buscando auxilios E;m cuanto puede
encontrar ele análogo en los gobiernos que nos rodean
en Bélgica, p.onde ellos están establecidos, en Suiza,
donde pretenden ser admitidos, y en España, donde
si pudieran, restablecerían la inquisicion. La turbu–
lencia de esta con1pañia ha sido marcada en pocas
palabras por el Papa, que al tiempo de suprimirla,
dijo, que
.con ella no podia haber pa? ni en la Iglesia ni
en el Estado.
En efecto: no se le ha visto aparecer en
alguna parte, sin que hubiese
ajitacio~1~_s,
turbulen- ·
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