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314-

sociedad; pero es preciso reconlarlos, para·que vea-ís

el peligro que hay, no ya solamente en restablecerla,

sino en dejarla existir sin las leyes y á pesar de las–

leyes. La Compañia de

J

esus no se halla en

estad~

de proyecto. Sus individuo's no se reunen fortuita–

mente sin otro vínculo que una convencion precaria

diciendo-el gobierno nos lo,permite, ha cerrado los

ojos,

y

el ministro nos ha hecho decir, que si no hay

queja, nó hará nada. Esta cmnpañía eA.riste con esta–

tntos bien conocidos, con los estatutos de lo pasado–

sint ut sunt, aut non sint.

Ellos h an sido restablecidoS'

en términos muy compendiosos, para seguir" la r e-–

gla de

Ignacio~

es decir, tales co1no. se les h a conoci–

do en ot:t'o tiempo,

y

por consiguiente C'on t odos.los·

pelígros, todas las aprensiones, de que la historia ha;

dejado r e·cuerdos y legado lecciones."

"El cal"ácter mas sobresaliente de esta sociedad es

que ella está cnnstituida en el estranjero. Ella no to–

ma la existencía entre vosotros, con un jefe elejido:

ó

non1brado entre vuestros conciudadanos: tiene uu

general estranjero

y

que es un déspota sin modelo en

otra parte. El territorio sobTe el cu al p1·etende la com–

pañia ejercer su imperio, es el unive·rso :relijioso divi–

aido en provincias; y vosotros lnismos, este im.perio

t~n

glorioso, este reino de :B"'nÍncia, compone en este

n1omento dos provincias del reino de la con1pañia de·

J

esus.. Tenmnos dos padres provinciales constituidos

por el estranjero, con juran1ento

y

c01npromisos en

el estranjero, con un impulso recibido del estranjero

y

concurso del estranjero, sea un consejo

ó

en direc-

ion

ó

en dinero; buscando auxilios E;m cuanto puede

encontrar ele análogo en los gobiernos que nos rodean

en Bélgica, p.onde ellos están establecidos, en Suiza,

donde pretenden ser admitidos, y en España, donde

si pudieran, restablecerían la inquisicion. La turbu–

lencia de esta con1pañia ha sido marcada en pocas

palabras por el Papa, que al tiempo de suprimirla,

dijo, que

.con ella no podia haber pa? ni en la Iglesia ni

en el Estado.

En efecto: no se le ha visto aparecer en

alguna parte, sin que hubiese

ajitacio~1~_s,

turbulen- ·

/