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POR MANUEL M. SALAZAR.
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Tembladores.
Según su d()ctrina Dios se ma-
"1'
nifiesta por
un
efecto
interior
á
todo
cristia-
no que espera la venida
del
Espíritu Santo;
los cuákaros recha.zan
la.
gerarq.uía ecll"'si
ás–
tica,
el
culto ·exterior
y
el juramento; conde–
nan muchas diversiones honestas; uo reco–
nocen distinción de clases en
la
sociedad;
tutean
á
todas las personas; áun
á
los ma–
gistrados,
y
se distinguen por su provi
dad
y
moral severa. Al principio · los. Cuákaros,
considerados como locos, fneron persegui–
dos
en
Inglaterra, más
después
fueron to–
lerados. Guillermo Pen hijo del Almiran-
te dió importanciá
á
la secta: compró en
Norte-América
el
país del Delaware, que
fué
llamado
Pe
sil
vania
(Selva
de
Pea),
en donde se est5a lecieron los Ouákaros,
y
hoy existen en gran número.
Jletodistas.-Los funda.dores de esta secta
fueron Juan y Oárlos Wesley que
reuni~ ·
ron una sociedad
de
estudiante8 de la uni–
versidad
de
Oxford,
y
se, propusieron re–
formar
lo8
abusoes observando extricta–
mente los preceptos evangélicos, por lo que
tomaron el nombre de
'Plletodistas.
Princi–
piaron á predicar en público
y
se
atrajeron
gran '1r1úmero de prosélitos que se reunían
mañana
y
tarde para orar en común, entre–
gándose muchos
á
extrabagancias que to–
maban por int;piraciones
d~
vinas Profesa–
ban la doctrina de Oalvino,
y
en su ridícu–
la .austeridad, condenaban
Jos
l>ailes,
es·
pectáculos,
el
l!lso del
licor
y
del
tabaco y