POR MANU"EL
M..
SALA.ZAR.
1
203
.
.
3.-~-~
!ftO,fl
movimientos hacia el 'bim'li:
·10
qQ.é
se ha–
bia
considerado com.o
una especie de
s.emi–
pelagiauismo~
Posteri0rmente Miguel Ba–
yus, profesor de la universidad
cilª
Lovai- ,
na,
escr~bió
un tratad@ en que deíre:n.dió la
predestin.aciém;
y
auD.que
el
Papa Sam: Pio
V co:nde116 77 de
StlllS
'l)H'<s>po_sioiooes~
1¡1uilchos
de
St!IS
pa.trtidairio~
SCi>stuviel'GD
su
opini©tl.
C0ntinua.baesta disputa.,0uando Lnis Mo–
lina
jesu.ita espafi('.)'l se
presontó enseñan–
<11.o una
uuevai
d0ctrina: segáin ella,
la vo–
luntad
humana
sin
a1il;xilio
de la
gracia,
pueds
produci'f'
algnnas
<:>bt'as
buenas,
re–
ch.azar
laiR
ten.taeione.s
y
hacer actes de
con–
trición: ent@nees
J)ios le
~onced@
Ja graeia
p0r los :méritos de n esitco
Se.ñtn•
J@sucris–
t.0,
y tite ella
e la santificaicióm; sin
qo.e por
~sto
d iS ·auya
6il
lib;re alrbedrío,
pues de él
<1
rnil e 1a
graeia-que
~ios
con.
~ede
á
todo
g:rac
ú>
:Slilfieiente. Así Mo–
lina
al
CC!>nceder
muc-h.o mérit0 al
libre
al–
b_e(lrü.'),
10
disminuye
á
la
gracia; por
lo
que
su teoría.
se
eonsideró contraria
á
la de San
Agustín; y los Domínicos, opuestos siem.
' ,pire
á
[os Jesuitas, se declara.ron sas adver–
sarios. El Papa Clemente VIII eneomen–
dó
á una
congregaicioD
el
axámem de la–
nueva dQctrina; pero murió antes de qne
ésta hubiera terminado sus trabAjos. Su
sucesor Fattlo V disolvió la congregación
y
prohibió que se discutiese sobre la. mate\.
ria. Annque los Molinistas
no
fu.eron
con–
denadgs, se tuvo
~u
doctrina por peligirosa
r