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RISTOR tA ECLESIÁSTICA
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'
Husitaís
v~ncidos
en
Bohemja,
·Re
estable–
ció e.u la Morovia en
el
siglo
XVI, por lo
que sus
adeptos
tomaron el
nomb:re de
Her·manos Moravos.
Admiten la presencia
rea.l
bajo
una forma espirttunl
y
no cono–
cen
más-autoridad que
la
del
Redentor que
designa sus vicarios por medio de la suer–
te. Los
Hermanos
Moravos están consti–
túidos
en
una
especie
de
república en que
los intereses indívi<luailes deben ser pos–
puestos
á
los generales: sus jefes son lbs
aucianos
cuya autoridad se extiende has–
ta, la vida privada; ellos dirigen la educa–
ción <de
los nifios é imponen
_los
castigos.
Esta
secta se
halla hoy establecid_a
en Ale–
mania,
Suiza..
Inglaterra, Francia,
Holan-
da
y
Esti • H
idos.
·
Molin
~
t, . .
~unqne
el
Cloncilio
de Tren–
to había d .e-11larado el dogma católico,
nada
babia
u.e
~obre
la
n«.turaleza
de la
gracia.
La
opini(i>Il má8 generalmente
ad–
mitida era la d"e
San
Agustín sostenida
también por Santo
Tomás:
segúfi.
eUa
el
homb1f'e
n<> puede cumplir
r-
los mandamientos
8in la asistencia de la g·racia;
y
si no desea
}&acerse digno de ella, no pued6 alcanzf1,r su
salvaci6n.
Por
lo tanto
la
gracia.
es
nece–
saria
no solo para hacer una obra
buen~,
siDó
también para desearla.
No obstante
esta
opiuíón, algunos
escri–
tores, entre
ellos
Duns
Scot que
dió su
nombre
á
los Scotistas, habían sostenido
que
el hf!mbre
por
sí solo es
capaz
de
algu-