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POR MANUEL M. SA.LAtA.R.
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ta 'Órde.n fué fundada por San Juan de Pios,
natural de Portugal.
D~spués
de haTuer
pasado su juventud en la miseria sentó
plaza de soldado; habiendo enfermado gra–
vemente, pensó- en su salvación,
y
lleno de
caridad se dedicó al socorro de
l0s
pobres
y desgraciados. Pasó después
á
África
en donde se ocüpó de aliviar la suerte
de
los cautivos;
y
de regreso
á
España se en–
tregó exclusiv,amente al cuidado de los· en–
.fermos. Auxiliado por algl!lnas personás -
caritativas
que
habían sido atraidas por
su piedad
y
virtud, fundó una orden reJi–
giosa que además de los votos monástico&,
debía pro:e
sar el
de
a,
isni,-
á
los enfermos.
Aprobada
P l'>lfli
sian
Pío
~'
se pro-
pagó rápida
.
p1.·esté
gr3Jlldes servi-
cios
á
la hu
ad doliente; g·racias
á
'sus
esfuerzos
15.
emer.onhospttales e.a que
fueron atendidos los enfermos
y
amentes.
Carmelitas Refo·rmades.-Esta.Orde.p. fué
reformada
á
mfldiados del Eüg·lo XVI porJa
célebre Santa Teresa de Jesús de Á vila
y
San Juan de
Ja
Cruz. Santa
Tere.sa,auto–
rizada por el Papa Pío IV', emprendió la
reforma de los conventos de mujeres,
y
aun–
qu~
encontró gran oposición, gracias
á
su
constancia logró vencerla. Fué secundada
por San J .,uan de
Ja
Cruz que luchando he–
:vóica.mente contra los abusos, log:vó tam–
bién reformar los conventos de hombres.
Los Carmelitas Reformados
ó
Descalzos
deban dedicarse
á
la asistencia de los en-
I