POR MANUET_, lVf. SA.LAZA.R.
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vet,
iuétlieo español, que negaba
el 'miste–
rio
de la· Trinidad,
á
quien
mandó quemar
vivo ell Gé.uova.
Atacado
de
una cruel
eu–
furmedad Cal vino,
qne
á
la
eda<:l de
40
años
había llegado
{t
la.
decrepitad,
m
1
urió
en
medio de
arrebatos de
desesperación.
Sus
sectarios se
esparcierou
on los princi·
pales
estades <l.e Europa: en
Francia
fue–
ron eouocidos cou
~J
nombre de
Hogonot~s;
en
Eiscocia, se
llamaron Presbiter·ianos,
y
en Inglaterra Pu1·Hanos. 'l''ambién se
esta–
ble
~ieron
en
Holanda, y
en el
día
~xisten
en los Estados U u idos
en
gran núme:ro.
Ang
;lica.no" .-Onando
la
Reforma
prinei–
pió
á,
extenderse ett Alemania, Enrique
VIII,
Rey
d
·lat<"'xra,
príncipe
letrado,
la combatió
el
n ibro que e ..
criI~ió
contra
Lutero; titula
~
ratado de l@s siete
Sacra–
'>nentos;
por fo
que
eif.
Papa
Le(lni
X le dü5
el
título de
Defensor de la
fé.
Pero
más
tarde
renunció
Enriq
u:e
á
su
primitiva
ftde-
1
hlad
parál con
Ja Iglesia: apasionado
de
>
Ana Bolena, dama
de
la Reina Catalina de
A.ragon, pidió al
Papa
Clemente VII la
anulación de su matrimonio con
ésta;
y,
ha–
biéndose negado
á
-cemplacerl:o
el
PoJltíñ–
ce,
Enrique hizo declaralr'lo
nulo por
Ora–
mer
Arzobispo
de
Cantor bery, se
cwsó
pú–
blicamente
con
.A.naBolena y
se hizo
reco.
nocer por el
Parlamento
Jefe
Supremo de
la
Iglesia Anglicana (1534). Separado de la
unidad católica, Enrique VIII obró despó_
ticamente:
hizo
condenar
á
muerte al
Oa:n