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I
e.HISTORIA. ECLESIÁSTICA.
la fama de los Clunyenses,
y
la Ól'den pros·
peró
tanto, que
á
fine8
del siglo XII coMta·
ba <los mil monasterios
q
ne dependían
de Ja grande
abadía. Esta
Orden
dió por
mu,cho tiempo Papas, Obispos
y
eminentes
e8-critores
á
la
Iglesia;
pero
b.aibiéndoRe
en·
J
riquecido
dec~yó
y
fné 1·eeflil,plazada
por
0tt'as que !a sustituyercrn
y
adqt1iriero'1íl sn
í
nfluencia.
1
CanuUdulll..-San
Riomua.ldo,
descendien·
te
de
n
na iltistre familia de Navena, f'ué e.l
' fundador de
esta
Orden. Habiéndose re·
tirado
á
un desierto
cerea
de .Florencia,
1lama.doCamáldc1i, construyó
un
monaste.
río que fné la cuna de
la
Orden_ de
los
Ca–
mald1~l,fnses.
Viví© J23
años"
noventa
en
la soled
olfo
liltl<i>
de
sus
sucesores,
construyo
con've»t0
d@
Fontebnena,
y
la
cotigre~
íué ap obada por Alejandro
II. ·Es
a
Or
en
ha
desapa;r~eido
á
fines
del siglo pasaoo.
Valleumbrosa.-El fnndador
de esta Or–
den fu@ San .J
tían
Gualberto
que arrepen–
tido de su vida mundana, se retiró
á,
Va–
llenmbrosa
en los Apenínos
y
edificó un
monaste~io
que
adoptó
la
11e.gla
de San Be–
nito.
Car.tujos.-San Bruno ·
Presbítero
pe
Co.
lonia y maestro del Papa Urbano II, fué el
fundador de
esta Orden
(1084).
Deploran–
do los desórdenes del mundo se retiró con
algunos amigos
al
espanto-so desierto de
la Cartuja, en
la
Di6cesis
de
Grenoble,
y