PO;R MANUEL M.
SALA~A.R~
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A
esta síguió una
segun~a
expedición
que debe c<imsideracse como la verdadera
cruzada. Marchaba eft ella la flor de los
guerreros
de
Europa; entre
ello~
eran los
más
notables:
los
dos
BaldUJinos,
Raymun–
do ·de
To~os·a,
Bohemuudo, el eélebre
Tan–
eredo,
y
sobre todos Gofredo de
Boullon,
tipo del vttrdadero ca.ballero cristiano,
y
jefe de la expedición.
Después de habeir hecho temblar con su
aspecto guerrero al Emperador Griego,
el
formidabJe ejército de los
er~1zados
atrave–
só el Bósforo
y
penetró on Asia donde
se
ilustró con
los brillantes
trium.fos:
los cris–
tianos
se
apoderaron sucesivomente de
Ni·
cea, Edesa
:y¡-
i~
día, la
per..,a de
Orien-
te;
y
despue!
. na marcQ:a tan
peno~a
como
her6ic -
11
ieron sitio
á
J
erui;;além
que,
á
pesa ·
a obstinada defensa,
fué
tomada
el
Viérnes
15
de Julio
de 1099, á
las
tres
de
la ta.rde hora en que murió el
Redentor. Godofredo, que
babia
sido
el
héroe
de
la cruzada,
fué
proclamado
por
sus guerreros ;Rey de
J
erusa1ém; pero
él
se
negó
á
llevar
una corona de oro
en
los
lugares en que el Salv:ador
de
los hombres
la
habia
llevado
de
espinas,
y
se
con.tentó
con el título de Baron
del
Santo~Sepulcro
•
... \.sí terminó la primera cruzada,
consi–
guiendo su objeto
de
recuperar los Santos
Lugares
y
fundando
el
Reino
cristiano de
Jerusalém.
Segunda
Cruz~da.---Ouarrenta
y
tres años