134 / 268
'
POR MA.NUE'LM. SA.I.AZAR
~
·
129
-
\
nado de una; peligrosa enfermedad, hizo
vo.
to de cruzarse,
:.Y ·
á
pes~r
de la op.osisíón
de su madre Dofí.a Blanca de Castilla, tomó
Ja cruz
(1248).
La
expe<l1óu
salió de
Aguas–
Muertas
y
se dirigió
á
Egipto. Damieta fué
tomada
y
Alejandría .si tiarla; pere> bien
pronto diezmaidos por la
pe&te
les cruza–
Cios so vieron obllg'ados
á
abandonar el si–
tio,
y
en1prendieron una
d~sastrOS}:t
retira–
da. Atacados
constautemei:it~
por los
Tur- .
cos fueron redotados en la bataJla de Ivío–
zoF:t, en Ja qtH3
el
~jétcito
foé
de.strozado
y
el Santo
Rey
hecho
prisionero.
Algun tiem–
po después
obt~1vo
su
libertad
t~uiendo
que
pagar un fnerte resoate
y
~ntrega1ndo
lai
ciudad
de D _.
· ·
~
y
rtig'1~e:.":\
·fli
JJ1urop~.
Octava (Jr z,
~(
.BH
clarm0r
t'.~
1os
é1·is- ·
ti
anos oprim). s
r ·os Tnrcos
~1
J
ernsa.-
1ém resona ·
<
en
~btropa;
peuo el
en ~· usias
mo por las e:Kpeflicioues
á
Orient.e
lt~bía
cesado en
los
plueblos;
y
~os
reyes, ale.ccio·
nados por la experiencia, se lim'i.tarou
á
en–
viar mensajes á los caudillos musulmaBes
jnteroediando , en favor
de
los
cristanos
oprimidos. Solo San Luis tresolvió empren.–
der una puev.a
crazl't,da
y
lo anunci'ó así al
Parlamento
y
al
'pueblo
francés que
acu–
dió al llamamiento de su
Rey
[1270]. Los
cruzados se dirigióren
á
Túnez,
cuyo
mo·
narca había manifestado
á
San Luis deseos ·
de abrazar la religión ·cristiana, y se apo–
dera.ron de Cartago. P@ro bien
pronto
el
caudillo musulmán, lfíes de
convertirse,
0