~ENERAi.
~Of
qué modo engañoso no les hubiera dado Si-glo
.o·r un
escritor como
él :
~No
pudiera ale- XVII.
r la
novedad
y
la dificultad de ]as
qiies-
'nes ,
de
qtte
se
trataba , que eran
abs-
cras
y
sutiles,
y
no se
habian tratado ja-
as·
á
fondo'
ni
examinado
con
claridad por
~6logo
alguno de
nombre?
~No
podria acu-
'
r
á
la distincion
de sen
ti
dos ,
y
poner
a paralelo
sus
proposiciones
con las de
Jos
uores mas respetables
~
¿No podria en fin
tclamar sobre
la
forn1a del Decreto
que
)ndena·
~veinte
y
tres
proposiciones
sacada~
~su
libro, baxo
diversas
califica~iones,
sin
ue· se
pueda
distinguir en
esta
censura
in-
leterminada,
qué
calificacion conviene
á
ca-.
/a
una~
Todo
e~to
han
dicho algunos ,
y
el
,
rzobispo
de Cambra
y
podria
decir
lo
como
los,
y
diciéndolo
como
ellos , cornbatir
Pntra
su condena', eternizar
la
disputa,
y
per..
~verar
en sus opiniones con desprecio
de
it
autoridad
legítima que
las habia
coEde–
!rado; pero seria ageno de una alma
tan .
¡~cta
,
·y
de un
cor~zon
tan
sincero
-el recurso
~espreciable
de los efugios
y
de la doblez. En
,
,PS
principios de
los
Cat6Jicos,
!lirviendonós
¡, e lac; expresiones de este
virtuoso
Prelado ,
el
¡~icio,
de
la
Iglesia es
el
eco de
la voluntad
;nprema. Todo Christiano, en qualquiera gra–
~uacion
que
se halle , debe sacrific;1 rie
su~
lu.–
•.;cs
~
y
~u. s~n~ibilidad.
r-:ene!on, hizo am
ba~
eo-