ZOZ
HISTORtA ECLESIASTICA
Siglci
espíritu; como si no se tratase
de la
prosc
.XV·II.
cion ·
de su propia
ob.ra;pero
padeció
esta junta de
parte
de uno de sus
sufra
neos ' observaciones mas mortificantes
que
objeto
mi smo
de ella, sufriendo
los
mas
i
justos baldones
· C~n
aquella
dulzura
y
aqu
1-L~r
con stancia
de ánimo , de que
no se a
t6
jamas en la mayor de sus
desgracias,
se
·cont.ent6 con calmar las
inquietudes
su
coherrnano , reiterando las
protestas
q
ha
bia ·
hecho
ya
al
juicio de
la
Santa Sede
d
una sumisi'on absoluta
y
sin reserva ,
y
e ·
plic6
esta
disposicion
en
los términos
méno
equívocos,
y
muy propios para
desvanec
qualquier.:t
sospecha,
y
son: ,
Os
declaro, d
,, ce , en presencia de todos los
Obispos d
,, su Provinci3 ,
os
declaro
con toda
1-a
fran
,_, queza
de mi
corazon, que
he
renunciado
co
,, toda mi
aln1a
á
todo pensamiento
de
expl'
,, car
mi
libro, prefiriendo
á
mis cortas
luc
,-, · la
autorid l d de la Santa Sede :. soy
incapa
,; ·de vol
ver
jamas contra su
joicio
baxo
e
,, pretexto de
sentido
doble para
eludir
indi·
, rectamente mi condenacion: si su
Santidad
, , tiene por defectuosa mi surnision ,
estO)
, pronto
á
hacerla del
modo
que
la
Santa
,, Silla tuviere
ppr
conveniente~"
Si
hubo en a1gun tiempo
autor
con~e·
nado por la Iglesia, que
~e
haya
somettdo
plena
y
absolutamente al
Decreto de su
sen·
ten·