tI~
HISTORIA
ECLE~IASTieA·
Siglo
narcas.
Los
Obispos
de
Francia
se
junt(ro
XVII. en San German en Laye resentidos de v
al Primogénito de
la Iglesia
tratado con
ta
poco
decoro por
un
objeto
de
simple poli
cía ,
y
manife:,táron
su
sentimiento
á
cs t
Príncipe ,
asegur~ndoJe
que si el
P.1pa in·
tentase
alguna
cosa
contra
sus
derechos
y
Cflntra
su
persona ,
S.
M.
podía
contar
que
se uniri ;1n
para defenderle :
y
al
mi ·-mo
tie~
po. escribiéron
á
Inocencio XI una
carta
muy
.enérgica , en que
sin
faltar
al
respeto
de·
hido
á
la Cabeza de la
Iglesia ,
le
repre·
sentabln
con
una
generosa
Jibertad
las
fu·
nestas conseqüencias que podia
tener su
pro–
cedimiento; Jos respetos
que
me
recia
Luh
XIV,
Príncipe tan grande, tan
poderoso
y
tan
res·
petado
en
la Europa , que habia hf'cho
taD
buen as
cosas
para la ex ti
rpacion
de
la
here•
1
gía ,
y
por
Ja gloria
de
la
Religion,
y
las
razones que
habian
determinado a)
Clero
de
·Francia
á
ceder
en algo
de sus derechos
por
el mayor
bien
de
la
Igle~ia.
Y
á
fin
de
dar
mas
peso
á
sus expresiones ,
acorda·
han
al
Pontífice
el
exempJo
de
n1uchos Pl•
pas
que
en casos poco mas
6
ménos
seme·
ja ntes ,
dt
spu es
de
haber ·amenazado
y
ater"'
rado como él, se
aquiecáron por
fin
con·
sic
rando el
peligro
'jUe en
ello
habia
p:1ra
la
I~le~ia
y
para eJln4i
mismos,
si
llegJ"en
'
execut:ar sus amcn!lzas.