GENERAL.
't
I-3
sonales ·, sin saber
los verdaderos motivos,
Siglo
(
por
los quales se habian conducido estos dos
XVII~
Pontdices: que
estos
mismos
Escritores tan
~rditntes
.
y
tan poco respetosos para con
las
cabezas
de
la
Iglesia , quando
Ja
SilJa
Pontificia
habia
pron~nciadb
sobre
error~s
que
intentaban
substraer del
anatema ;
col-
miron
de elogio.,
á
lnocencio XI porque to-
plaba la
defensa
de dos Obispqs Franceses
que
se
obstinaban
contra su Soberano en
uü negocio
de pura disciplina,
á
que
los
.d.emas Obispos
habian
creido que dehian ce-
der por motivos
de
paz
y
del bien públi-
co.
Desde mucho
tie~npo
,
si los hemos de
creer ,
no
hubo Pontífice
alguno tan digno
de sentarse
en
la
Silla
Apost6lica , tan
ca-
Eaz
de gobernar la
Iglesia ,
tan
bien ins-
truido en las reglas sa,ritas ,
y
tan
zeloso
de
guardarlas. En fin , por
Últin1o
rasgo del
elogio
se
aseguraba en ·
un
cúmulo de
es-
critos
que
este
Papa
no
,tardaria
en
repa...
rar los golpes que sus
predecesores
habian
dado
á
la~
verdades
rnas
preciosas.
Los
dos
Prelados Únicos
que
se
opo–
nian
á
las
intenciones
de
la
~orte
,
y
á
los
principios
adoptados por los Parlamentos so–
bre la naturaleza
y
propiedades de
la rega•
lía, todavía eran mas
alabados
en
los escri–
tos que
saliéron tnt6uccs
de las
mi sn1as
plu·
mas. Se les
prodigaban los tÍtulos
n1as
li-
Torn.
XI.
.
H
son-