G~N'fRA•L•
.
t
I7
Esta earta
llena de prúdencia
y
de
elo-
Siglo
:'~üencia
no hizo
impre~ion
alguna en el
áni~o
XVII.
,:le Inocencia XI •.
E~te
Pontífice , recomen-
~able
por
~n
gran
número
de
bellas
quali-
1dades ,
era de
un
carácter algo· duro
é in–
Rexíhle, en quien la resolucion produce to-
:dos los efectos de ·una
tenacidad
que· apé-
nas
se dexa ve.ncer de
las mejores razones:
era '
uno de los hombres de
bien
que
se
de-
:xan
llev!r fuertemente,
de
sus ideas ,
y
que
mezclando siempre los bienes de1 Cielo con
sus propias
fniras ,
piensan que
trabajan
por
la gloria de Dios sin dcxar -de
seguir el
im-
.pulso
de su honor.
Bien
léjos de
dexa,r
el
·tono de
superioridad
que habia
totnado, hi·
·zo
I~ocencio
XI
nuevas actas de autoridad
por
las
quales creia sin duda
intimid~r
al
Rey
y
á
los Obispos por el
temor
de
un
rotnpimiento , que al parecer debia aterrar–
le mas
á
su Santidad que
á
ellos. Los que
le excita hJn
á
hacer todo lo que se le ha.
visto abalanzarse
golpe
sobre golpe,
se apro–
vechaban de los
afectos poco
favorables
que
habia
tenido
respecto de
la
Francia ,
o~a
sionad.1s
por la entereza con que Luis XIV
sos tenia .)as preroga
ti
vas de su Corona
en
el negocio de las intnunidades ya
referidas.
Pel
conocimiento que tenían de estas dispo–
siciones del
.Pontífice,
se servian para irri•
tarle mas
y
mas con consejos
violentos,
con
..
H 3
pu~.,