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HISTORIA ECLESIASTICA
Siglo 1or, la
e;
distinciones discurridas , las
intet·
XV1I. pretaciones sagaces ,
y
en
una
palabra toda
las
finuras
de la diJ léctica , todos los secr€·
tos , todos los
ardides
del
grande
arte d
la
disputa.
1
~n
cada conferencia empezab
de nuevo el combate ,
y
los dos
partido
que entraban en la
liza
se
valian
con igua
habilidad de todas las armas
que podian
ase
.
.
gurar
su
vtctona.
El juicio que debia seguirse
~
estas
con
ferenciJs se
su~pendió
para mas
adelante
porque les
d eftn\ores
de
!vlolina
represen
táron al Papa que tenian que producir nue
vas
metnorias ,
y
que
si
su
S.111tidad
ordenas
que se c0muni cal\en en otras
couferencia ~
servirian
acaso
oara abrir algun
camino
d
'
conci
~i.1 r~e
los dos
partido~\.
Esta
propo\ic io
pareció bien
á
Clemente V JII , que deseab
sinceramente que se
pudie'e
halldr
algun
me
dio
d~
avenir
á
Jos contendedores ,
y
entra
ba
en todas
Ja~ propo~i: · iones
que Je pare
cian conducentes
á
esre fin. Volviéron,
pue
á
las
conferend.1~
y
á
Ja~ di~putas
tanto d
viva
voz como por
escrito ,
y y1
era
J
quarta
vez
que
~e
repetiJn
unt:>s mi<>mos oh
jetos ,
despues
de la qu
11
se
tu viéron si
embargo treinta
y
~iere
juntas desde
2
5· d
Enero
ha'ta
3
1
de
Julio
de
1601.
Pero lo
defen,ore~
de Mo!ina renian
por convenien
te procurar
nuevos recursos,
obtener
nuevo
,
ex
a.