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HISTORIA ECLESIASTICA
Siglo
los unos para la felicidad del Cielo,
dexa
XVII.
do
á
los otros consumar su perdicion ,
ir
á
gusto suyo
por el camino de la
ce
rupcion.
2.
0
Dios concede
á
todos los
hor
bres socorros suficientes para salvarse;
pe
no prepara socorros extraordinarios , sino
los
que prevee que han de hacer buen
u
de ellos.
La
ciencia por la qual .Dios con
ce estas cosas, se llama ciencia media
6
cie1
cia de los contingentes. Las determinacion
de las
criaturas inteligentes
y
libres , q1
son el objeto de esta ciencia no suceden po
que Dios las prevee, sino que Dios las preve
1
porque son efectos del 6rden que él ha e
ta b lec ido. 3.
0
La gracia previene
á
la
~
luntad, la mueve ,
y
la excita
á
obrar
1
bien
~obrenatural
;
pe.rono produce su efe,
to sino por la fuerza del libre albedrío
qu
opera por ella
y
con ella. Aunque los d<
sisren1as de que aquí se trata , incluyen t<
da vía otros muchos principios, los elen1en
tos
á
que se pueden reducir , son los
y
referidos .,
y
de ellos resulta que el uno cor
cede al libre albedrío lo que el otro le
nif
ga ; que el uno hace depender la salvacio
1
de la predestinacion
y
de la gracia,
y
el
otr~
sujeta el destino eterno del hon1 bre
á
la gra
cia preveniente que mueve la voluntad ,
~
al libre albedrío que le comunica su efecto
y
en
a1nbos
sistemas que Dios concurre . :
ope·