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HISTORIA ECL'ESlASTICA
Siglo
dificultoso
se
emprendió de
nuevo ·muchás
X\'II. veces
baxo
el
patrocinio
-de los
Príncipe~
que
gob~rnáron
el Imperio, desde los tiem·
pos
de que
hablamos,
y
sien1pre
con tan
po–
co fruto.
El espiritu
de sofistería ,
las ·
apa~
rentes sutilezas, resultas de ella,
y
la fuer–
za
de
las preocupaciones,
que
por
lo co–
n1un
producen
desconfianza
y
obstinacion
opusiéro.n constantemente los
n1isn1os
obstá·
culos
·á
todos los 1ncdios que sucesi
vamentl
se pusiéron para -lograr la reconciliacion.
Sin en1bargo, 'los que amaban
sencilla–
D1'ente la paz,
y
que se lan1entaban
de
lo~
efectos deplorables del cisma , no se acobar–
daban.
!\11s
de un siglo babia pasado
desd~
el
principio de las disputas. El
primer
fervot
de los ániznos , que sin duda los bahia lleva· ·
do n1ucho mas allá
d .e
lo
que
hubieran queri .. .
do ,
ya
habia
tenido tien1po
de
serenarse. La5
p~siones
ex1lradas
h1bian de haberse . reducido
ya
á
los
Un1ites
que
su
ímpetu
les
habil
hecho
desconocer quando
no
-eran
capaces
de ningun freno. Una
experieitt-ia funesta
de ..
bia haber
en~eñado
á
los hon1brcs
quántos
m1les · nacen de resulta
unos
de
otros
quan•
do una parte del
cuerpo
H ..
eligioso
r.on1pe
con
esfuerzo los vínculos
que
teniJn unidos
hls–
ta.
entónces
todos los
n1ien1bros;
y
una in–
fi
i1Íiad
de
sucesos ,
cuya
1nen1ori 1
se
conser–
vaba
todJ.
vía reciente , h1bia confirmado
la
,
m a-