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t.
2
9·9
·ias -nmistosas entre tres Doctores Católicos, Siglo
r
otros tantos Teólogos reformados , esco- XVII.
~ idos
todos entre los n1as
hábiles
y
mas
acre·
litados
de ambas comuniones. Tratábase
eil-
:6nces -
de examinar
un
escrito compuesto
)Or
uno de los Teólogos Cat6licos , en
el
~ ual
se reducian
á
veinte
y
dos artículos .prin·
: ipales todas
las qüestiones agitadas entre
la Iglesia
Romana
y
los
Luteranos. Todos
, 1
" •
~
~stos
art1cu os
se examtnaron
muy
por menor
en
estas
eonferencias : unos
se
estableciéron,
y
otros quedáron
indecisos. Dispúsose
en
la dieta, que los prin1eros serian para am•
bos partido$ puntos de doctrina , en que se
hallaban
conformes,
y
que no se
disputarian
m as ;
y
que
en
quanto
á
los segundos se
atendrian
á.
lo
que decretase
el Concilio Ge·
11eral.
Este es
todo
el fruto que se sac6 de
esta tentativa. Las mismas
miras
habian con–
c urrido
·á
la recopilacion
del
famoso Decre–
t o
co~ocido .
con el nombre ,
de
lnterim,
que
~o
'era
otra
cosa , corno
ya
lo hemos
d icho' en lá Historil del Siglo XVI.
que
un
forn1ulario de Fe
y
de disciplina, hecho
á
vista de
los · Diputados,-
que
componían
la
d ieta de
1
548 , por
·Teólogos
de ambas :co–
muriiones,
y
autorizado con autoridad pÚ·
.
h lica , para
servir de regla hasta la decision
definitiva
del Concilio de Trente. Este pro–
yecto
de re-conciliacion
tan deseado
y
t~
n
di-