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y baña sus pies con eNas. Acostumbran los Demonios, nuestros

enemigos; seducirnos para que no manifestemos nuestros peca–

dos en la confesion,.ó los acusemos, como si fuesende ajena per–

sona, ó pretextando, que otros han sido autores de nuestras

culpas.- Todos (seculares y monjes) deben confesarse, porque

sin la Confesion ninguno alcanzará la remision de los peca·

dos

(1).

>>Ahí está su venerable amigo Juan Abad de Rai_tha,

quien explicando estas últimas palabras del texto citadc, en una

nota puesta en seguida decia :

Que estemos obligados á confesar

nuestros pecados con sencillez

por cumplir el mandato divino,

consta de las

tradiciones apostolicas,

y de las reglas que ellot.

asistidos del Espíritu Santo dictaron

la Iglesia catolica; cuyos

canones

institutos observando mediante la confesion hecha á

los Sacerdotes de Dios segun su precepto, nos hacemos digno.s

de recibir el perdon y la absolucion de nuestros pecados (2). >>

Ahí está en el mismo siglo

San Juan Limosnero, ó el Ayunador,

Patriarca de Constantin.opla, en cuyo Ritual así hace hablar al

Sa~

cerdote que recibe la confesion del penitente :

Hijo espíritual :

yo no soy el yrincipal y único que escucho tu confesion, y te doy

la absolucion; sino que es Dios, quien recibe la confesion de tus

pecados

por mí mínísterio te

d~spensa

y concede misericor–

diosamente la remision de ellos, así como lo declaró por su

(f) "

Esto cum ad confessionem accedis et habitu corporis, et vultus modestia, et

animo tanquam reus et clamnatus acl pamam, luminíbus in terram dejectis, ves–

tig1a judicís et medici tanquam Christ.i pedes lacrymis, si quas abs te potest im–

petrare, riga et munda. Sollicitant hostes nostri Dremones, aut nos inducere ne

peccata per Confessionem aperiamus, aut ut hoc tanquam in aliena persona

peragamus, aut alios culpre nostrre auctores prretoxamus. »S. Joan. Climac.

Scala

Parad .,

grad. 4.

Patrol. grcec.,

tom. XLV, col. 487 et

·392.-

Quocirca jam et

illos ad Confessionem hoc exemplo (latronis) provoco, sine qua nullus remissíone

'' peccatorum potietur.

.lbid.,

infra.

(2)

Quorl simpliciter confiteri peccata

" tenemur ex necessitate diviní mandati, patet ex apostolicís traditionibus et re–

" gulis ab eis propositis Ecclesicc catholicre per Spiritum Sanctum, quorum et

" canones et instituta tenentes, Dei Sacerdotibus, juxta eorum prroceptum, pcc–

" cata confitentes, indulgentiam et remissionem accipere efficimur digni.

Pat1·ol.J

ibid.

et tom.

XTNli;

col.

9i4.