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carta publicada en los diarios: "¡Quiera
Dios que el dorado sueño de su conve.r–
sión se realice! Pero yo tomo al escritor
como es
y
de buena fe como él dice.
¿Cómo hará, sin embargo para sacudir
de su mente todos los falsos juicios de
que está empapado en contra de los ca–
tólicos? Este literato de imagiDación
tan fecunda puede saber muchas cosas,
pero será siempre incapaz de juzgar rec–
tamente lo que es superior á la natura–
leza. Le falta el
cr,iterio cristiano:
es de–
masiado inepto para apreciar como con–
viene los acontecimientos de Lurdes, en
donde hay la plenitud de lo sobrenatu–
ral."
"Por ·consiguiente todo faltará á su
libro. Grave dificultad será para él tener
que tocar necesariamente el lado médi–
co de las curaciones. La medicina para
él es ciencia meramente conjetural."–
No puedo resistir al deseo de referir
lite–
ralmente
lo que el autor de la
Historia
:Médica de LU1·des
el Dr. Boissarie, me
contestó, cuando, antes de salir, le pre–
gunté qué podría esperarse del libro del
célebre novelista. "En este mismo sitio,
dijo Boissarie, declara,mos al señor Zola
que todos los médiC'os, sea de París sea
del mundo entero, están invitados para
venir
á
examinar científicamente los
hechos, para averiguar las curaciones,
y á dar su fallo sobJ:e ellas.