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nito de la suma verdad, -donde
ya
no
serás
libre para . pecar, ni
lo querras
ser! ¡O libertad! ¡Pel'O
yá
se acabó · para
mí!
Dios mio, qui ero vivir sujeto en to–
<lo
y
por todo á vos,
á
vuestra
lu z,
á
\'Uestra lei
y
á
la razon; que vivir con
espíri tu, esto es li bertad. Obediente esta–
ré á mi prelado, á mi director, no ha–
ci endo
co~a
:5in
sn voluntad : mi ejer–
cicio en esta
ora será ponerme todo
en manos de la obediencia , renovarla,
cumplirla
y
vivir· obed iente hasta morir,
por amor <lel que obedeció hasta la rnuer–
te de Crúz. Será mi protectora Santa
Catalina de Sena, tan dada
á
esta vir- ·
tud, que na la hacia sin licencia de sn
confesor. Obedeceré yo
ta mbien, para
que ca ntando en la muerte victoria, lo–
gre palma eterna c.n. la gloria.
TENTACIONES
A
DIOS.
LAS SIETE.
1'EMOR.
EN
esta
hora,
Seño1:,
os eútrego