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<li3?
~
Porg11é cntre tanta
multitud
de
en–
ferrn ns, se
fueron
á
este
s.olo
·paralítico
niestros divinos ojos? N o hai
respuesta
á
este
porque,
sino
adorn r,
y
agradecer:
este será
mi
ejercicio
en la
prer-:ente ho–
ra; mis protectores
cuant os Sa ntos Peni–
tentes
despues
de pecadores se yeneran
en
la Iglesia;
con
ellos
os daré infinitas
gn1cins,
con
ellos
lloraré,
y
como ellos
me enmendaré: prometo, Señor, nunca
ofen<lcrns,
primero
morir
que
pecar,
a~í
lo haré asistido
de
vuestra gracia, para
~gradeceros
eternamente en la
gloria.
AL:UA A D!OS.
T,AS NUCVE •
•fl.D OR.11 CION.
l~N
Cf-tü
hora, Dios mio, os
entre–
go mi alma, vuestra
('S
por
todo~
los
tí:nlos <le criarla, redimida, jnstificarla
y
de
otrns mas: no .des precieis, Seño r, es–
ta
ob ra ele vuestras manos,
y
de
vues–
tros
ausilio~ .
A vos
acudo
como reo con–
victo
delante
de
sn
Juez; perdonad
á