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go
mis ojos, ciegos
con
vista, curadlos
Vos
que
dais vista
á los
ciegos; ob'scu–
ros
co n
luz,
dé1dsela Vos
que
sois
la
lumbre de mis ojos.
Ellos
me
roba ron
algun dia
el
corazon,
desde
hoi
os
he
de
robar
el corazon de ellos;
por
ellos
me entró
la
muert<.", por ellos · ha
<le
entrarme
la
vicia;
me
perdí con
el los
Yiendo, con ·ei!os me gana ré
llorando:
paga ré
con lágl'imas las
vistas,
ce11arán
las vistas
y
c rnpezará n las lág rima s; llo–
raré,
Padre
mio,
cuan to vi por aficion,
por
cmiosidarl,
por
gusto, sin recato
.Y
sin miramiento; los apartaré
en
esta ho–
ra
para que
110
vean
la
vanidad, fijos
en Vos Dios rr]io, como los ojos de
Ja
esclava
en
las manos de
Sil
seño ra;
fijos en tierra, principio
de.
mi ser, re–
cuer<lo de mi mortalidad. Haré un pac–
to
con ellos
para
que solo vean
lo
que
no pncde <la ña r,
y
rean lo que me pue–
de
ofender;
para
que
'~can
Jo que visto
trae pensamientos santos,
y
no
n·an
lo
que
visto trae pensamientos feos . i ;stc será.
mi
cj c rc~~io:
mi protecto1:
sel'~
San Li¡is·