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LIBRO TERGERO. TIT. VII.
les dan á dezir por sus devociones y se quiten las
ocasiones de que no haya descuydos, ni suceda, lo
que nó se puede dezir sin el debido sentimiento ;
que es, que haya havido, quien haya juntado mu-·
chos millares de pesos de las limosnas de Missas, y
llegadose la muerte, teniendolos consumidos, y sin
haverlas dicho, ni tener, con que poder satisfacer–
las; Mandamos S. S. A. que en adelante en todas
las Iglesias de este Arzobispado haya vn apunta–
dor, que lo sea el Cura,
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Capellan mas antiguo,
el qual tenga vn libro, para que ante él se mani–
fiesten todas las limosnas, y pitanzas, que se dieren
para las dichas Missas, dentro, y fuera de las di–
chas Iglesias, para que los Sacerdotes, que las re–
cibieren, las hagan escribir en él, con dia, fecha,
mes, y año, para efecto de que, á los que las hu–
vieren recibido, no se le repartan otras ningunas,
hasta que las hayan acabado de dezir, y para que
assi mismo, quando pareciere convenir, se vea, y
visite el dicho Libro, y se tome cuenta, si todas las
dichas Missas se han dicho; y ninguno será osado,
á
encubrir las dichas limosnas, y pitanzas, sopena,
de que será castigado, y desterrado del Arzobis–
pado; y para que ninguno pretenda ignot>ancia de
esta Ordenacion, se pondrán quando pareciere Edic–
tos en las puertas de las Iglesias, en que se haga
saber assi á los dichos Sacerdotes, para que lo
guarden, y cumplan con las penas, que parecieren
convenir.
CAP. XI.
Que
l a
Fiesta de
la
Visitacion de Nuestra Señora se celebre
con Octava en esta Ciudad.
Como quiera, que conforme
á
las rubricas del
Breviaro r eformado por·Su Santidad el Papa Cle-