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cánones de la antigüedad ordenan que se provea con
prontitud de •obispo á las iglesias vacantes: "Está
, dispuesto por reglas canónicas que la iglesia no debe
, carecer mucho tiempo de obispo, cuando la muerte
,ó
la violencia se le hayan arrebatado" (1).: asi se
expresa san G regorio Magno. Pero absoluta y t•igu–
rosamente hablando, la iglesia puede existir y existe
de hecho durante algun tiempo sin su gefe ministe–
rial, puesto que en la vacante de la sede residen in-.
disputablemente en ell a el derecho de tenerle, y la
virtud de reproducirle,
y
que por cierto tiempo ejer–
ce aquell a parte de jurisdiccion necesaria para con–
servarse. Luego no ha muerto: luego su eocistencia
y
su vida ·no acaban con su cabeza.
§.IV.
Esta diferencia resulta de la naturaleza de las cosas
y de-la comun opinion de los hombres. Siempre es
muy conveniente notar las dife.rencias esenciales de
los símiles que se emplean, para no dar en el extremo
que muchas· personas, las _cuales
á
falta del debido
discernimiento sacan las cosas de su quicio; como
sucede por ejemplo en esta, que ab razando ilimita–
damente la comparacion del cuerpo físico, la aplican
sin ninguna diferencia al cuerpo moral, y concentran
toda la igles ia en el obispo, sin catarse. del error en
que incurren por querer identificar dos cosas de suyo
natural y muy notablemente diferentes. Ya que quisie–
ran tomar la comparacion en todo su rigor, debieran
por lo menos hace rl a entre la cabeza del cuerpo físico
y la natural y esencial de la iglesia. Esta cabeza esen–
cial es N. S. Jesucristo, gefe inmortal, cuyo puesto
-nunca vaca, cuyo influjo sobre su cuerpo místico es
(l) Canonicis regulis est constitutum, ut defuncto ve! sublato
pastare, diu sacerdotio privari ecclesia non debea t.