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§.
XI.
He dicho que toda la
antigüed.adreconoció en san
Pedro el primado esta
blecido de derecho divino,
y
para probarlo no entraré en largas discusiones, con–
tentándome con referir algunos pasages de los. pa–
dr.es, que confirmarán tambien las interpretaciones
dadas á otros de las divinas escrituras citados en los
párrafos anteriores. · Tertuliano en su· libro cuarto;
contra Marcion, trae sobre el nombre de Pedro la
misma observacion de que ya hicimos mérito: "Mu–
da en Pedro el nombre de Simon. Pero, ¡,por qué
en el de Pedro, sino que
á
causa del vigor de su fé
le conviniera este nombre, que pres.entaba la idea de
una materia abundante y sólida; ó bien porque Je–
sucristo sea la piedra 1 . . . . Asi comunicó especialc
mente parte de sus figuras al mas amado de sus dis–
cípulos (1)." Es decir que Jesucristo, con la mudan–
za del nombre de Simon en Pedro, se propuso que
este le representara peculiarmente
y
fuera imágen
del mismo Cl'isto, que es el fundamento esencial
y
la piedra angular de la iglesia. El mismo escritor
en su libro de prescripciones hace notar tambíen que
Pedro fué llamado la piedra, sobre la cual debía le–
vantarse el edificio de la iglesia. San Cipriano en su
carta 55 observa: "Pedro en tanto, sobre quien el
mi¡;¡mo Señor ha edificado su iglesia, llevando la voz
de esta,
y
respondiendo él solo por todos, dice : ¡,á
quien iremos, Señor 1 (2)." San Agustín sobre el sal-
(1) Mutat et Petro nomen de Simone. · Sed cur Petrum (vacan–
de.)? Si ob vigorern fidei, muhre materire solidreque nomen de suo
accommodarent. An quia et petra,
eL
lapis Christus
?•..•
Jtaque ad·
fectavit ..carissimo discipulorum de figuris ·suis peculiariter communi–
care.
(2) Petrus lamen, super quem oodificat-a ab eodem. Domino fuera!
ecclesiH, unos pro omnibus loquens, et ecclesioo voce respondens air:
Domine, ad quem ibimus 4"c.
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