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§.
II.
El primero y principal entre estos derechos, y la
raíz de donde ·nacen todos los demas-es la -primacía.
La iglesia venturosa de Roma, cuyo obispo es· el su–
cesor de san Pedro, tiene por tanto la singular pre–
rogativa de ser la primera de todas las demas en dig–
nidad y autoridad; y este privilegio se funda· en la
instituci·on de Jesucristo, que dió á san Pedro el pri–
mado sobre todos los demas apóstole_s. No t:reo ne-·
cesario extenderme mucho s<ib1:e un asunto que tan–
tos escritores han tratado ya plenamente: limitaré–
me solo á reunir bajo un mismo punto de vista las
principales pruebas de esta verdad que se encuentran
en el Evangelio y en la tradicion. Todas las santas
Escrituras están perfectamente de acuerdo en fijar
la idea de la primacía de san Pedro. Cuando Jesu–
cristo, queriendo unirse mas e
rechamente
á
sus
discípulos, llamó
á
sí á los que fueron despues sus.
cuatrg primeros apóstoles, san Pedro aparece
á
la
cabeza de todos . "Paseándose Jesucristo por las ri–
beras del mar de Galilea, ·vió dos hermanos, Simon
,
llamado Pedro, y Andres su hermano; y les dijo:
seguidme, yo os haré pescadores de hombres." (S.
Mat. cap. 4, v.
18
y
19.)
En esta ocasion se hizo una
pesca milagrosa acompañada de ciertos accidentes
notables, en los cuales san Pedro ocupa siempre el
primer lugar. Entre las dos barcas que allí se en–
contraban, Jesucristo dá la preferencia .
á
la de san
Pedro sin decir una palabra á Andres; y en ella es–
tableció su cátedra, desde donde predica al pueblo.
Jesus le dice
á
san Pedro que echara sus redes, y es-
te ll eno de fé las echa fun·dado en la.divina pa.labra,
aunque los apósto les nada hubieran cogido en toda
la noche. La .barca de san Pedro es la que hace se–
ña á lns otras para que viniesen
á
ayudar
á
sacar las
redes !lenas de peces. Todos se quedan atónitos
á