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esperamos ser dignos de permanecer en la única comunion que predica
la Sede Apostólica, en la cual permanece la completa
y
verdadera soli–
dez de la religion cristiana. ))
Con aprobacion del segundo Concilio de
Lyon ,
los griegos rJr ofesaron:
«Que la Santa Iglesia Romana tiene la soberanía
y
la plena primacía so–
bre la Iglesia católica universal, principado que esta reconoce en toda
verdad
y
humildad, como recibido, con la plenitud del poder, del Señor
mismo en la persona del bienaventurado P edro, Príncipe ó cabeza de los
Apóstoles, de quien es sucesor el Pontífice Romano;
y
así como ella está
obligada, más que otra alguna
1
á defender la verdad de la fe , así tam–
bien , cuando se suscitan cuestiones r elativas á la fe, esas cuestiones
deben ser resueltas por su juicio.)) Finalmente, el Concilio de Florencia
definió: «Que el Pontífice Romano es el verdadero Vicario de Cristo,
cabeza de toda la Iglesia , Padre
y
Doctor de todos los cristianos ,
y
que
á él, en la persona del bienaventurado P edro, fo é dado por Nuestro Se–
ñor Jesucristo el pleno poder de r egir
y
gobernar la Iglesia universal.))
P ara llenar los deberes de este cargo pastora], nuestros predecesores
han trabajado_siempre ardientemente en propagar la saludable doctrina
lica r eservata re1igio , et sancta celebrata doctrina. Ab hujus ergo iide
et doctrina separari minime cupientes, speramus, ut in una 'communio–
ne, quam Sedes Apostolica praedicat , esse mereamur, in qua est in–
tegra et vera christianae religionis sol iditas
(t).
ii
Approbante vero Lugdunensi Concilio secundo, Graeci professi sunt:
«Sanctam Romanam Ecclesiam summum et plenum pr imatum et prin–
cipatum super universam Ecclesiam catholicam obtinere, quem se ab
ipso Domino in beato Petro Apostolorum Príncipe sive vertice, cujus
Homanus Pontifex est successor, cum potestatis plenitudin e recepisse
veraciter et humiliter recognoscit ; et sicut prae caeteris tenetur fidei
veritatem defendere, sic et , si quae de fide subortae fuerint quacstiones,
suo debent judicio definer e.) Florentinum denique concilium definivit:
«Pontificem Romanum, verum Christi Vicarium , totiusque Ecclesiac
caput et omnium christianorum Patrem ac Doctorcm existere; et ipsi in
beato P etro pascendi, r egendi ac gubernandi universalem Ecclesiam
á
(1) Ex formula S. llormisdae Papac, prouLab Hadriano 11, P.tLribus Concilii occumeuici Vlll,
ConslanLinopolilani IV, proposiLa et ab iisdem subscripla esL.