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su primitivo fervor. El glorioso Padre de V. M. expidió Real
Ce~
dula á los Arz9bispos y Obispos del Reyno, para que ct.rtnpliesen
con este Decreto Conciliar , por ser el medio mas oportuno para
evitar
el
contagio , y la disolucion ; y sin embargo hasta ahora
no se hán puesto .en práctica los Concilios : las causas no son di...
fíciles de averiguar. Puede ser que la providencia haya
reserva~
,
do esta importante obra.para
el
Reynado de V. M.; y teniendo
tantos exemplos desde la fundacion de la Monarquía , ántes ,
y
despues de la invasion de los Moros en los gloriosos
p~ogenitores
de V. M. , y en
el
Sr. Cárlos Primero , que promovió, y
prote~
gió el de T rento , y siendo como es , tan extrema la necesidad de
ctue se innoven los Cánones antiguos , y se establezcan los que
fuesen necesarios , para arrancar la multitud de vicios, que hay
· en
el
Reyno y tienen á Dios irritado; es muy conforme al
ca~
tólico y religioso corazon de V. M. , que con roda la proreccion
de su autoridad Real promueva, y haga executar los dichos Con–
cilios , y aun alguno nacional , que sobre la gloria
y
honor , que
por ello merecerá V. M. , causarán copiosas ventajas, y frutos
abundantes á ambos estados , sin temor de que puedan deprimir
el
de la República.
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o
Despues que los Fiscales ,
y
Ministros de V. M. se hán
Fatalidadet, que
'dedicado á buscar arbitrios para gravar al Estado eclesiástico,
atribuye
á
las
poner en execucion las gracias del Escusado y Novales, con la
pro1Jidencías
to–
adrninistracion
y
rigor , que dexo representado , establecer la ley
madas contra el
de Amorrizacion , exigir tributos de las .manos-muertas,
y
mi-
Clero~
norar
el
número de Eclesiásticos, sobre la escaséz, que hay de
ellos en muchas Provincias del Reyno ,
h~n
hallado á su parecer
medios copiosos y justificados para aumentar las.remas Reales.,
y
ván consiguiendo , que el pueblo trate al Clero , como
á
miem-
bro podrido de la República , y á enemigo y tirano de ella ; pe-
ro .en los seis años , que hace empezó
el
Reynado de V. M , y se
puso en planta todo esto , há permitido Dios , sin embargo de las .
rectas intenciones de V. M., que los enemigos de la Iglesia se apo-
derasen de la importante Plaza de la Habana.: que se ceda á los
hereges parte de los dominios Católicos : que hayan caído en sus
manos las copiosas flotas y remas de Indias : que se destruyan
mth
chas Naves sin operacion: que se consuma
el
Exército quasi en
el
propio pais sin batallas : que se alboroten los pueblos , y esté
desahogada la plebe : que
el
Reyno se halle sin suficiente qefen-
sa : que
la
nacion Española sea ludibrio de sus enemigos : que
los heregcs estén insolentes y d011)inames; que la heregía se dilate;
y