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lo que quiera una filosofía descreída, ']a humanidad
es enferma, gime d.oliente en el Jecho de una propia
miseria, sino en el potro de sus vicios
y
sus consecuen–
tes desgracias; y sin esos n1édicos y -medicinas muere,
y muere desesperadan1ente en su vida moral y social.
Tantos contagiados por la corrupcion ele costumbres,
c¡ue grasa mas que nunca en la sociPdad moderna, tan–
tos ciegos que son arrastrados ele desórden en desórderí
por el vapor de las malas doctrinas
y
por el torrente de
impiedad que lleva
á
los abismos; tantos heridos por las
monstruosas fir.ras de 1as malas pasiones, que convier–
ten los cristianos en ántropófagos,no se curan con la le–
tra muerta de ]a ley hun1ana, ni con el bálsamo de Ja
libertad, ni con el cáustico de la justicia penal. Las pn–
redAs de las cárceles y penitenciarias, las puntas de
las espadas, y las balas
~de
los rifles y cañones, jamás
han tenido, ni
t~ndrán
virtud para snnnr los males rno–
rales de que adolece la sociedad humana. Son nece·
sarios esos piadosos samaritanos, que con !a uncion
de los santos sacramentos, cuya virturl es sobrenatu–
ral, obren esns prodigiosas curaciones.
Las naciones no se reforman con ]as bellas
flon~s
oratorias que caen de las tribunas de las Asan1bleas,
Parla1nentos y Congresos, destinadas no raras veces
á
encumbrir fétidos y contagiosos cadáveres en forma
de proyectos de Jey. La ilustracion moderna separada
de la doctrina evangélica, nada ha avnnzado en órdP-n
á
Ja moralizacion de Jos pueblos. ])esde 1520 hnsta
1750
por 1a reforrna anómala de Lutero, Zuiuglio y
Calvino, y desde esa fecha hasta la presente, por la
filosofía materialista y racionalista, ha podido organi–
zar escuelas y conducir al combate
á
los mejores ta–
lentos,
á
los hombres distinguidos en la ciencia, en la
literatura,
á
las tres cuartas partes
dt~
los hotnbres ele
estado. Pues bien: con todas esas celebridades en las
ciencias, en lns letras y en la política, con esa mu1ti-
1ud de sofismRs
y
sarcasmos, con esos catecismos
y
manuales de reforma docrnática y liberalisrno, con ese
periodismo hostíl al cristianismo, con esos decretos ele
proscripcion, de
destn~ccion,
etc., iqué ventajas ha
obtenido la filosofía moderna relativaLnente
á
la civili..