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TR.\TAr)O OCTAVO
to segundo , que nunca la Iglesia ha prohibido
á.
nadie comnl–
gar cqda
dia
una vez' antes quiere ·que nadie . lo prohiba' se.gun
consta por el clcrecho canónico; y el Concilio Milanés tercero cali·.
fica por doctri11a escamlalosa
y
errónea la contraria, no solo en ef
predicador, sino en cualesquier personas que en sus conversaciones
ó
pláticas <lijeren, que no es bien. comulgar
á
menudo,
y
quiere
que sean casti ga<los severamente,
y
que den bastante satisfaccion
de su error
á
quien los oye
('1).
Y el de Basilia dice: que todos los
padres
y
doctores católicos, como son los santos Clemente, Dioni–
sio, Basilio, Epiphanio, Ignacio martir, Cipriano, .Crisóstomo',
Atanasio, Ambrosio, Hilario, Agustino, Gerónimo ,
y
otros mu–
chos que alegan Suarez y Enriquez,
y
la comun con sánto Tomás,
enseñan la devota
y
frecuente Comunion,
y
que la alaban , la
exhortan, la amonestan
y
ruegan sin cesar al pueblo cristiano, que
reciban á menuJo el Santísimo Sacramento.
El
sauto Concilio <le Trento quisiera mucho que se renovase
en la Iglesia Ja costumbre antigua de que todos los fieles comulga–
ran cada dia , para que así participaran mas copiosamente los fru·
tos del Santísimo Sacramento.
Lo tercel'o, que para comulgar una persona seglar á menudo,
no ha menester haber llega lo
á
Ja cumhre de la perfeccion, .
sin~
aspirar á ella, y desear set· santa, poniendo los medios para serlo.
J_,o cuarto, que la disposicion que hasta para comulgar bien
una vez al año, basta para comulgar bien cada dia; porque la cua–
resma no hace
á
nadie digno de llegarse á la Comunion, sino
la
pureza
y
sinceridad del alma; con esta se. podrá comulgar cada dia,
sin ella nunca.
·Lo quinto; que no hay otro impedimento, ni tasa para no
comulgar cada dia cualquiera persona, sino no estar dispuesta para
ello; pero si lo está, Lien puede comulgar lícita
y
loablemente,
y
cou provccLo Je su alma, no faltando
á
las obligaciones de su
estado.
Lo sesto, que la Jisposicion suficiente es no estar excomulgado,
( i)
Suar. t. 3. d. 69. sect.
/i.
et EurifJuez.
t.
~.
l. 8. de Euc. c. 53.