Table of Contents Table of Contents
Previous Page  30 / 458 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 30 / 458 Next Page
Page Background

16

SEGUNDO FUNDlMRNTO

me creyéredes y guardáredes lo que os tengo ordenado

y

m:mdado

comereís los bienes de la tierra, sereís abastailos de ellos, os los

daré yo con grande abundancia,

y

ma s, que no tendrá en ellos im–

perio la fortuna, que no puede quitar lo que no dió, siendo cierto

lo que dijo Sócrates

(1),

que no pued en ser cspelitlos del Templo

de la prosperidad los que entran en él por la puerta de la virtud.»

Entra tú por ella (como luego diremos)

y

1leja lo <lemas á Dios, que

todo lo que te conviuiere

('2)

te dará para añadi<lura de su reino si

tú le buscas como á sumo bien

y

último fin tuyo; que es gran sa–

biduría, por desprecio de estas cosas temporales, a<lquirit·

<11

des–

canso eterno. Y .pues asi es, vani<lad es busca r riquezas perecede–

ras y esperar en ellas ; vani<lad es desear honras y ensalzai·se con

ellas vanamente; vanidad es seg11ir el apetito de la carne,

y

es

anhelar por lo que te ha de costar tan caro; vanidad es desear larga

vida

y

no cuidar que sea buena; vani<laLl es pensar en solo esto

presente

y

no acordarse de lo futuro; vani11a1l es amar lo que tan

presto se pasa y no di sponerte para el gozo perdurable

y

felicidad

eterna. ¡Oh cn ;1 nto se ciega qui en no vé cuán limitados son estos

caducos bienes! ¡Oh cuán poco atiende

á

su instabili<lad quien los

procura olvidado de los sempiternos.

(1) Apu

11

Srn. t•pis!. 59.-(:2)

l\L1L1h.

G.