Table of Contents Table of Contents
Previous Page  29 / 458 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 29 / 458 Next Page
Page Background

DE Ll HEFORi\L\CION CRISTU.N ,\.

15

scnn marchan; cuando se poseen aílijen; cuando se pierden ator–

mentan. No lrngas caso de bienes folcs, cuya pretension es culpa,

cuya posesion es carga, cuya pcrdicion es grave pena y tormento.

Bienes, al fin, que se adquieren con trabajo , se poseen con temor

y

se pierden con tristeza

y

.dolor, _teniemlo ellos aspereza verdadera

y

alegría falsa, cierto dolor é incierto deleite, duro trabajo

y

quie–

tud medrosa. Al fin, ellos son una cosa llena de miseria

y

una es–

peranza agena de la felicidad que tú deseas. Al contrario de la santa

pobreza (dice el Angélico Doctor) que sabe á conocimiento de cul–

pas; q¡¡1e es almivar en que se conservan las virtudes ; que es la pie–

dra bezar que conforta

y

quieta el corazon; que es el pan

y

sus–

tento con que se satisface el deseo; que es la miel que endulza los

mantenimientos del alma; que es la sazon de los merecimientos

y

fruta cogida en las heredades

y

huertas de la gloria. Mas no por

eso has de dejar de hacr.r lo que es de tu parte, poniendo el hom- ·

bro al trabajo con el cuidarlo competente

y

diligencias necesarias

para sustentar casa

y

familia, .que

~sa

es penitencia que Dios nos

dió, cuando dijo

(1):

«Con el sudor 1le tu rostro ganarás un pe–

dazo de pan»: lo que nos reprende es la demasiada solicitud, la

congoja

y

codicia de riquezas;

y

asi, no te aílijas , no te acongo–

jes, no pienses mucho en tu acrecentamiento temporal, porque na–

die crece en

el

cuerpo por pensar cómo crecerá, sino por comer,

beber

y

dormir, que es con lo que se crece; así nadie crece en los ·

bienes tempornles

á

fuerza de pensar en eso, sino haciendo el de–

ber

y

sirviendo á Dios, q11e él es el que hace 'rico al hombre , que

en valdc trabaja el que pretl'llde hacerse rico con su trabajo solo.

Cuántos velan

y

se desvelan, madrugan

y

trasnocha~ ~p e uas

se

han acostado cuando se levantan para trabajar .

y-hacc~rncienda,

con tanto afan

y

fatiga

y

no pueden salir con su intencion' ni alcan–

zar lo que pretenden;

y

á

los que sirven

á

Dios estando durmiendo

sin cuidado ni trabajo alguno, vemos que se les entra la hacienda

por casa sin saber ellos cómo: por eso, si quieres ser rico, en tu

mano está. Oye lo que nos dice Dios

á

todos

(:2)

«Si :oyéredes, si

(i)

Gcu. 3. u. 19.-('2) Jsai. c.

1.

num. 1!).