DG U
SATISHCCION
VOLONTAUL\.
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esle ·es el claro,
y
el . ohswro, que
tlil
la viua espiritual:
est~
el agrio,
y
el 11ulce del 1113nj3r sabro o para Dios: este el
f11n<la–
mc11Lo de la pcrfoccion; porqne cuanto una alrna está ma:; mortiu c3 tla,
ta11lo hace en clla.. el amor divino, mayores, mas pmas
y
perfectas
oper:iciones; con ·esta f:ícil p!•nitc11cia nudaremos todo el dia en la
presencia de ·Dios, ·hnoiéndole
n111y
agradables sacrificios de noso–
tros mismos. Esto es srg11ir
;,í
Cristo, que es via, verdad
y
vida;
vin e11 los ejemplos, verdad en s11s promrsas,
y
vitla scmpilcrnn en
el premio. ¡ Oh ·de cuán gran gozo
se~
ll cnarü el :-ínirna del . que así
se
n1.or-tiflcarc, c11a1ulo le :11m1111·zca aquel claro dia tic la clcrnidad!
¡Oh qué gusto t¡¡11 inenarrable tcllllr:í, c11a11do des1rnes de haber go–
puJo de Dios, por n111 chos millares tic siglos, 110 se haya quitado
nada de aqui•lla eternidad Je gloria! ¡Oh q11é rrgo cijo tan in111euso
será dcspucs de haber satisft•cho la sed en aquel c:llltl:iloso rio de
deleites, ver que le cp1eda un Océano de hie11cs , un a11cho pit:Jago
de regalos,
y
una eterna fuente,
y
m311anli¡¡I de gloria! ¡Dichosa
hamhre,
y
sed que así se satisface! ¡Feliz desprecio que así
se~
hon–
ra! ·¡ nic11ave11lurn1los trabnjos.,
y
111ortíficacio1ws, q11e
tiP1H·11 por
premio, dcsca11so
y
gozo eterno! Mas sobre todo 11 os i111porta
lle–
var con paciencia la s penalidades
y
trabaj os que nos vír11c11, de qne
hacernos rm 111a11so,
y
tol erahlc i:>lll'gatorio de 11uestros p"cados, re–
cihié11dolo todo corno de la piadosa 111:1110 de Dios; para q11e pues
la cnrne co11tenta, nos llevó
á
s11
c11lpa,
la mi sma alligida,
11os
vuelva al perdon. IIag:1rnos de la necesidad virtud,
y
de
lo vol11n–
tario; co1110
el
que eu 1111:1 gran borrasca, echa su hacic11da cu la
mar, por no pcrd(•rse él, a111HfllC le pesa de perd erla ,
y
110 q11i–
sicra echarla: de esa misrna rna11cra podernos noso tros ha ce r volu11-
tario, lo q11e de suyo 110 lo es, porq11e la mayor perfeccion 111H•stra
consiste cu sufrir con alrgria,
y
de grado por amor de Dios las
ad–
versidaJcs q11e nos vienen sin h11 sca rlas, ni qti crerlas;
y ya
que
hacemos poca penitencia, tomemos con pa cie ncia la qu e se 11os
ofrece catJa dia,
y
ofrezcárnosla
ü
Dios , para c¡ue pues paJecc rnos,
sea con fruto: mas para que se nos
hagan
fácil es de llevar , es me–
nester que tengamos
;í
mano razo11cs J e consuelo, ó medios de ali–
vio, para tod:is las ocasiones q11 e se nos pueden ofr ecer
de
parte el!'[