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les que subo
á
mis Prade
y
vuestro Prade,
á
mi
- Dios
y
vuestro Dios. )) La Magdalena fué donte
los discípulos y les refirió estas palabras.
Ese mismo dia se apareció Jésus
á
dos discí–
pulos que iban
á
la aldea de Emaus ; por el ca–
mino les
~xµlicó
las escriturns, y cuando hubie–
ron llegado, se sentó
á
la mesa con ellos, tomó
el pan, lo bendijo y lo distribuyó; entonces lo
reconocieron y Jesus desapareció.
Err olra ocasion, estando reunidos los discí–
pulos, se presentó entre ellos diciendoles:
re
La
paz sea con vosostros.]) Ellos llenos de tur–
bacion, creian ver un espíritu ; pero Jesus les
dijo : o:¿Por qué pensais asi? mirad mis manos
y
mis pies; yo soy, tocad y ved, porqur. un espíritu
ni tiene carné ni hueso .» Cuando Tomns, uno
de los doce ap óstoles, que no habia estado pre–
sentr
á
la aparicion de Jesus, oyó decir
á
los
diseípulos, que lo habían .visto, dijo:« Si yo no veo
fa
señal de los clavos, si non pongo el dedo en
Jos agujeros
y
la mano en su costado, no lo cree–
ré.» Algunos días despues estnndo Tomas con
Jos <lemas díscipulos en la misma casa, con las
puertas serradas, entró Jesus y dijo: o: La paz sea
con vosolros;ii
y
dirijiendose
á
Tomas añadió:
«Trae lu dedo
y
mira mis manos, pon la tuya en
mi costado y no seas
ya
incrédulo sino fiel,))
Tomas respondió:-« Mi seiíor
y
mi Dios.
»
Jesus continu ó:-(c Tu has creido porque hns
visto, dicho sos los que no vieron
y
creyeron.•
Poco
tiempo despues se apareció
á
Pe–
dro, Andres, Santiago
y
Juan
y
otros discípulos
que estaban pescando en el lago Tiberiades; hi,
_,.