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el aprecio de sus superiores,
y
fué nombrado
profesor de la nueva Universidad de \Vittem–
bcrg en la que adquirió celebridad por su acti–
vidad
y
predicnciones.
Las Inclulgencias -
Por este tiempo
( 1517)
el Papa Leon X publicó una bula de in–
dulgencia para
~ ontribuir
co11 limosnas
á
-los
ingentes gustos que ocasio naba la const ruccion
de la cúpula de Son Pedro en Roma; y conGó
la predicacioti de la Bula- en Alemania
á
los
frailes dominicos que convirtieron su mision en
un vergonzoso
tráfico y comelieron grandes
abusos. Sea por esto ó por rivalidad de corpo–
racion, el a'gustino Lutero, atacó
á
los domi-
11icos y negó la eficacia de Jns Indulgencias.
Aunque el Papa, en un principio, dió poca im–
portancia
á
los alagues de Lutero, lo citó para
que compareciese ·ante su tribunál en el térmi–
no de 60 dios ; pero el reformador obtuvo que
se le permitiera presentarse solamente en Aus–
burgo
á
Cayetano, legado del P11pa, que nada
pudo conseguir de él en la conferencia ; y con–
tinuó esparciendo sus doctrinas,
y
sostuvo en
la conferencia pública de Leipzi.g sus opiniones
contra el célebre tcológo Eck, lo que llamó la
atencion del pu eb lo. Entónces Leon X lanzó
eonlr.a el sectario su bula ele excomunion : mas
Lutero que se habia formado un gran partido
entre los estudiantes
y
la nobleza, se precipitó
en el camino del error : quemó públicamente
la bula de excomunion, atacó el dogmn
y
en
violentos escritos trató de hacer odiosa en Alc–
ma11ia la corle romana.