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ció en la Lombardia sostenía en todo su vigor
'la
ley y ceremonias mos aicas
y
negaba
l:l
<livini–
dad de Jesucristo. Habiendose entregado los
Circunceliones á los vicios y atacado al clero
católico se predicó una cruzada contra ePos
y
pronto des aparecieron.
Valdenses
-
Pedro de Valdo, rico comer–
ciante <le Leon, fué ('I fundador de esta
~ecta
que tambi en es co nocid a con el nombre de
Po–
bres de Leon.
Desconsolado por la muerte de
su espo!-a, Pedro Valdo distribuyó en liniosfüis
todos sus bi enes
y
se presentó como Apóstol
de los pobres predicando una nu eva doctrina
que se propa gó ráp idemente en el Sur de Fran–
cia
y
en el Norte de Italia
(H60 J.
«Los Valden–
ses admilian la comunidad de bienes; r econo–
cían la Sagrada Escritura como única fuente de
la doctrina ; exijian que la
~gle s ia
y el clero
rennnci::isen sus bienes é imitasen la pobreza de
los Apóstol es ; querían. que la liturgia estuviese
en lengua vulgar; consideraban como un escán–
qalo la confesion auricular y sostenian que la
Transustanciacion no se verificaba por la con–
consagracion del Sacer<lote, sino por medio de
una digna comunion
»
Mezclados los Valdenses
con los Cátaros del Piamonte fueron persegui–
dos, pero no desaparecieron del todo,
y
hasta
el día existen Rlgunos restos de
Ja
secta, prin–
cipalmente en Francia.
Alvijen.ses
-
Estos herejes que tomaron
su nombre de la ciudad de Alvy, en el Langüe–
doc, donde se es.tablecieron, deben ser consi–
derados cQmo una secta de los antiguos Mani-