Table of Contents Table of Contents
Previous Page  47 / 404 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 47 / 404 Next Page
Page Background

-

SENOR NUEST,RO.

su inquietud

y

su do1or. Lo ·mismo fue amanecer que vol–

ver atrás la santísima Vírgén

y

san José;

y

la mañana si–

guiente, que era el tercer día despues de su partida de

J erusalen, le encontráron en medio de una infinidad de

doctores, sentado en

~na

de las galerías

ó

salas que ha–

bía alrededor del templo, donde los doctores de la ley..

acostumbraban sentarse

y

tener sus conferencias :

allí

el

divino Niño enseñaba

á

los maestros, así con .su modestia

y

m ;::rnsedumbre, como por la sabiduría

y

sutileza de sus

pregu_ntas,

y

por la solidez

y

claridad de sus respuestas:

no babia en el congreso quien

no

estuviera lleno de ad mi- /

racion,

y

se preguntaban únos

á

ótros, ¿si el

que habla·

ba

e ra un niño, ó un ángel?

La santísima Vírgen ., ménos sorprendida que los <le–

mas de aquella sabidl,lría tan superior

á

su edad, porque

conocía

á

su hijo mejor que éllos, no pudo dexar de

ma–

nifestarle la pena que les babia ocasionado su ausencia;

Hijo mio,

le _dixo,

i

por

·qué

lo has hecho así con nos–

otros~

Tu

padre

y yo

te buscamos

muy

afligidos.

Quería

darle

á

entender con esto, que si les hubiera dicho una

palabra se · hubieran detenido-,

y

le hubieran aguardado

con mucho gusto.

No

debíais estar con

pena

por

mí,

res–

pondió el Salvador;

podíais pensar

que

no estando

con

vos–

otros estaria

erz el

templo;

porque no ignorais que

yo

debo

emplearme en el ·servicio de mi Padre en

toda

ocasion

,y

buscar .en

todo su

gloria

,

con preferencia

á toda

otra

ob1·a.

Con esto daba Jesucristo

á

entender bastante que no era

simplemente hijo de María, sino que era tambien el hijo

i'mico de Dios Padre, pero los que estaban presentes no lo

comprendiéron, excepto l'a . santísima Vírgen : por eso

el Evangelista añade, que María conservaba todo elito en

su memoria para meditarlo despacio.

Habiendo salido Jesus del templo, despues de haber

dexado

á

todos los doctores llenos de admiracion, volvió

con María

y

José

á

la pequeña ciudad de Nazaret, donde

quiso vivir desconocido, sin que nada se

haya

sabido en

particular de las grandes acciones de virtud que exercitó

en su vida escondida; solo se sabe, que

obed~cia

puntual-

1nente

á María

y

á

José: que conforme iba creciendo en

edad, mostraba mas madurez

y

prudencia , como si su al -;

ma, infinitamente

santa,

y

siempre

unida á

la

persona' del

Tom. VI,

C

I