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SENOR NUESTRO.
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ducido el avuno
~
Queriendo Jesu.,_dexarle siempre en la
duda en qÚe estaba acerca de su divinidad, se conten–
tó
con responderle estas palabras de la Escritura: El hom–
bre no vive con solo pan, sino con cualquiera palabra
que sale de la boca de Dios ; como si dixera : lo que da
vida al hombre es una perfecta obediencia á todo lo que ·
D ios manda; sin duda, en consecuencia de esto, dixo des–
pues el Salvador, que su alimento era el cumplimiento
de la voluntad de su Padre que le envió (
Joan.
4. ).
Habiéndole salido al demonio tan mal este artificio
tan generoso, creyó que sería ipas feliz si le tentaba
por el lado de la presuncion
y
vanagloria, la que entre
todas las tentaciones es la mas delicada ,
y
por lo co–
rnun la mas de temer ·para aquellos que parece están
sobre los placeres sen uales. Habiendo permitido el Sal–
vador que el demonio le tentase, le permitió tambien
que le llevara
á
lo alto del balaustre que rodeaba el
techo del templo de Jerusalen. Los intérpretes no du–
dan que una de las miras del demonio en este transporte
fue hacer pasar al Hijo ·de Dios por hechicero; lo que .
le parecia conseguida llevánd-ole por. los ayres á vista
de todo el mundo,
y
poniéndole en lo alto del templo
· á
vista de todo el pueblo de
J
erttsalen ; pero es cierto
que Jesus se hizo invi-sible , sin que el demonio lo ad.
v irtiese. Estando
ya
a lli , tuvo éste la insolencia de de–
c irle, que si era el hijo tan querido de Dios, como una
voz baxada deL cielo ' lo babia publicado en las riberas
del Jordan despues de su bautismo, debía dar una prue..
b a manifiesta de ello que confirmara lo que se babia oi–
do:
Arrójate, pues, de aquí abaxo, le dixo, no tienes que
temer te suceda el menos mal; porque la 1nisma Escri–
t ura que citas, dice que Dios tiene encargado á sus
áa...
geles el , cuidado de la persona de
su
hijo
para que
ve–
len en
su
conservacion ,
y
le lleven
en
sus
mano!;
por
s i acaso
sus
pies tropiezan en alguna piedra; pero Jesus
re plicó, que esta
~sma,
Escritura decia en términos for·
mal es :
N '.J tenta,.ás al Señor -tu Dios.
·u na
respuesta tan precisa
y
tan sábia cubrió de con–
fusioa al tentador; pero no por eso desistió de su em–
presa. Altivo el espíritu soberbio con el poder que Dios
le daba de transportará su arbitrio á aquel hombre -tan
C4
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