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SENOR NUESTRO.
~ 37
digno ni aun
de desatar
l~s .
correas
dt;
los
za;patos:
que
por lo que miraba al Mestas esper9-dO ta.nto tiempo ba–
bia, iba
·á
-venir bien presto: que éste era quien les ha–
bia de
dar el
bautismo del Espíritu santo y de la mas
encendida caridad.; en virtud del cual sus almas serian
purificadas de todo pecado:
y
que ya tenia el cribo en la
mano para purgar su era,
y
arrojar la paja inútil al fue–
go
que no se apaga. Esto era hacer en pocas palabras el
verdadero retrato del Salvador del mundo.
Miéntras que todas las gentes venian
á
Juan para ser
bautizadas, vino tambien de Nazaret Jesus á que Juan le
bautizara. El Bautista, ilustrado interiormente con una luz
sobrenatural, le distinguió muy bien entre la muchedum–
bre, aunque jamás le babia visto: conoció que
el
que ve–
nia
á
él
á
ser bautizado era el M·esías prometido , cuya
venida babia
éi
mismo anunciado ya. Penetrado entónces
del mas profundo respeto
y
de una secreta confusion,
á
vista de ·una humildad tan pasmosa, rehusó-al principio
bat:ttizar al que era el cordero sin mancha.
i
Que es esto,
le
dixo, vos ven is
á
que yo os bautize
~
i
No es mas jus–
to
que reciba yo de vos el
bautismo~
No dur.ó mucho
esta especie de contestacion.
Déxá.mehacer por ahora este
acto de humildad, le respondió el Salvador; conviene que
yo parezca públicamente entre los pecadores, pues he to–
mado la semejanza de pecador: debo dar al público es–
te exemplo ántes de darle lecciones. de humildad . con mfa
palabras: entrárnbos debemos cumplir con todos los ofi–
cios de lajusticia ,
y
practicar cuanto hay de mas per–
fecto. Cualquiera réplica hubiera sido supérflua;
y
así Juan
obedeció, y bautizó
á
aquel que le había santificado
á
él
mismo en el seno de su madre Isabel.
Bien presto fue ensaizadai la' pasmosa humildad del
Salvador divino. Apenas babia salido del aguCJ. , cuandc;>
puesto en oracion
á·
la orilla del Jordan se aprió el cie–
lo, el Espíritu santo bax6 visiblemente
sobr~
él
en figu–
ra
de paloma,
y
se
oyó
una voz. que venia de lo alto,
y
decia.: Este es mi querido
hijo
en quien tengo_ todas
mi~
.complacencias. Lo ,que apare.ció no fue una verdadera p,a:–
·1oma, siQo
que el
EspÍ f jtu . santo quisq manife,starse ,
y
hacerse sensible baxo un'a .figura, que
.era
símbolo de
la
grande
inocenéia
de
aquel que
siendo la
misnia inocen-
Tom. VI.
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