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VIDA

mu ndo, por mas apreciable que pueda sernos; sino que

debemos preferir los intereses de Dios á todo lo que nos

t oca de mas cerca.

En

el mismo sentido

y

con el mismo es–

p íri tu había respondido

á

su Madre cuando se le quejaba

amorosamnte de su ausencia por haberse detenido en el

templo de Jerusalen

á

los doce años de su edad:

i

No sa–

bíais , la respondió, que debo emplearme en las cosas que

miran

á

mi Padre con preferencia

á

lo que apetece la in–

clinac ion natural? Por eso la santísima Vírgen, que pene–

t raba

y

comprendía perfectamente el sentido de una

y

otra

r espuesta,

no

hizo acieman de ofenderse de

éllas.

§.XXIII.

LrJ que la santísimá Vírgen tuvo que sufrir

durante la pasion

de

J <r1ucrist.o.

Por mas dulce que fuese

el

consuelo

y

el gozo de

Ja

santísima Vírgen al ver las maravillas que obraba el Sal–

vad-oren toda la Galilea

y

la Judea; sin embargo, el pen–

samiento de su pasion,

y

la imágen de la muerte que babia

de padecer por la reden.don del linage humano, la qJJe te–

nia continuamente presente, anegaban su corazon

en

un

mar de amargura, como hablan los santos

PP.

Cuanto veía

que su sabiduría era mas a·dmirada,

y

sus milagros mas

publicados

y

aplaudidos: cuanto mas sabia cuál era la re–

putacion de su divino hijo en toda la Siria., tanto mas se

~ afligía

su corazon

al

pensar que este querido hijo., que era

las delicias del Padre Eterno

y

las suyas, debia ve rse un

dia harto de oprobios., y morir afrentosamente en una

cruz; pues instruida en toda la economía del misterio

de

la

redencion , preveía con un amargo dolor el tiempo des–

tinado para este sangriento sacrificio;

y

como cad a di a se

iba acercando el término de él, su cqrazon padecia cada

di a

un

nuevo suplicib, "teniendo noche

y

dia p resente en

su espiritu hasta las menores circunstancias de su pas ion.

Llegado en fin el tiempo de la pasi on del hijo, como

t ambien

el

de la pasion de

la

madre, se fu e María

á

J eru–

salen, casi al mismo tiempo

qu~

su hijo; esto es, sei s

ó

siete dias

antes de la fiesta de

pascua ~

se ;retiro á casa

de