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DE
LA SANTfSIMA VÍRGEN.
27r
que la caridad, dice an Ambrosio·,. no·conoce dificulta–
rle
é
ignora toda t ardanza:-
Nescit
tarda
molimina
Spi–
ritus
sane
ti· gratia.
Por otra parte, queriendo. Dios servir–
se de María para
santifü~a r
al Precursor en· el mismo vien–
tre de· su madre,
la
ins pira
un.
viage. q_uees,de puracari–
dad, y élla obedece sin deteneion ..
Habiendo llegado
á
Hebrón. la· santísima Vírgen, se–
fué derecha en casa de Zacarías. Lo mismo fue saoer Isabel
la l legada
de
su;q
ueridaprima, que salida inmediatamen–
te.
al
encuentro.:-
Mar.fala saluda
y
la
abraza; y
a
penas
ba bia abierto. la
bo~a
para saludarla, cuando el. niño dé
seis meses que Isabel llevaba en sus entrañas, fue repenti–
nam nte ilustrado de una luz celestial.. Desde la obscuri–
dad de su prisfon vió
á.
los que le
hacian
la
honra
y
el fa–
vor de visitarle; y no pudi'endo tod
·av.íahablar, b0nró co–
mo pudo
á
Jesus
y
á
María con
unossaltos milagrosGs,
que fueron, dice· san. Crisólogo ,. señal
y
demostracion del
gozo,,del respeto y de la antkipada gratitud. del Precur–
sor.. Advirtiólo Isabel, la que, ilustrada con la luz: sobrena–
tural que del hijo. resaitó sobre élfa,. conQció.por i"nspira–
cion
el
incomprensible m.isterio. de la enearnacion del Ver-·
bo;. su alma
se·
llenó del Espíritu•sanr0;
y
no:
cabiendo·élla·
mi· ma
de gozo·,. correspondiendo,
á
la uroanidad: de
su.
querida prima,
y
á los honrosos términos: con-
que~
la san–
tí
ima Vírgen la habia saludado·,. excfamó en alta voz:
Eres.
bendita entre
todas las mugeres
:·y
ben·dito
es..
el fru–
to de· tu vientre..
Y
considerand0; al mi mo tiempo: e! ex–
tr3ordi"nario mérito de la. que venia
á
vi Itarl a·, cuya dig-·
nidad
la
babia dado.
á
conocer el Espíritu·santo, prorum–
pió ad.mirada en estas· voces ::
i
De dónde me v iene
á
mí
el que la rnadre: de mi
S efivr.
me.
i
e ga
á
visitar~
E s-t e
es un
favor que· no puedo·yo admirar bastant m nte,
y
q.
e. me
llena de pasmo
y
de confusion ,. sabi"endo lo. indigna
que
soy de
él.
H
sta el 1nismo niño que llev0 en mis. en.
rañas
ha sen.tido ya los mara\lillG os efectos de tu. pre oc ia;
pues luego que he oído las palabras cou que me
ba ,
Ju–
dado,. él tambien las ha oido
y
ha saltado de gozo. ·
'
dicho
a
eres, querida prima, q_ué dicho
a·
ere ·,que c
eü e
sencillamente y sin dudar lo que el Angel te di o depa1
•e
Dios! Aquel Dios. t odopodero o que ha empezado
á
cer
en
ti
cosas tan
g·randes
y
tan prodigiosas,
las acab