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DE LA SANTISIMA VIRGEN.
~67
istud?
Lo que no hubiera preguntado, dice san Agustín,
sj
no hubiera hecho voto de perpetua virginidad:
.Quod
profecto non diceret, nisi virginem se ante novisset .(Lib.
de Virg.
).
·
. :
Respondióla el Angel que no se asustara, que Dios era
todopoderoso,
y
que su bondad era igual
á
su omnipo–
tencia; que habiéndola escogido por una predileccion tan
conocida para ensalzarla
á
una dignidad tan alta, baria
en su favor el mas estupendo de todos los milagros: que
su virginidad no padecería la menor lesion; pues esta vir–
tud debia ser una de las principales cualidádes de lama:..·
dre del Mesías: que para aquietarla quería declararla
qu~
el
adorabl~
hijo de que babia de ser inadre en el tiempo,
no tendría otro padre que _aquel que es engendrado ante
todos los siglos: que élla no tendría otro
esposo,
propia–
mente hablando, que al Espíritu santo; el cual, siendo la
virtud del Altísimo, formaria milagrosamente en élla
su propia substancia el divino fruto que había de llevar;
el cual, lejos de ajar· la flor de su virginidad, la baria mas
brillante
y
n1as pura;
y
por eso añadió el Angel,
el
santo Niño que nacerá de ti, será verdadero hijo de Dios,
no precisamente por denominacion, sino realmente
y
por.
naturaleza;
y
para hacer ver, continuó , que nada le es
imposible •
á
la omnipotencia de Dios , sábete que tu
pri"T
1na Isabel, en una edad en que naturalmente no podía es–
perar tener hijos , ha concebido,
y
está p;·eñada de seis
meses: tanta_verdad es que nada es dificil al Todopodero–
so; pues el que ha podido dar un hijo
á
una muger vieja,
despues de tantos años de esterilidad, puede muy bien
dársele
á
una vírgen.
Mientras que el santo Angel estaba hablando,
María~
ilustrada de
una
luz sobren atural., comprendió perfecta-
1nente toda la economía
y
todas las maravillas de este
inefable misterio, para el- cual Dios la babia preparado
desde su inmaculada concepcion,
y
la habia colmado de
todos aquellos favores celestiales, que
re.
·plandecian en
élfa tan visiblemente;
y
así, anonadándose delante de Dios,
exclamó:
He aquí la esclava det Señor; hágase en
mi
lo que
me has anunciado.
Dicho esto , <lesa pareció el Angel;
y
en el m_ismo instante el Espíritu santo fo rmó de la sangre
( ó substancia) inas pura de la
santísi~1a
Vírgen el cue
po,
)