1000000997

279 / 404

DE LA SANTÍSIMA VÍRGEN. 265.
ciioñ en esta augusta familia! Nazaret admiraba la emi–
nente santidad y las pasmosas virtudes del úno y del ót o·
pero ingnor.aba el valor del tesoro que poseía; sola la - cele~~
tial Jerusalen conocía todo el mérito de ámbos; sola élla
sabia que l\1a'ría era el templo vivo del E spíritu santo
y el santuario de la divinidad, como la ll aman los san–
t-e>s PP. ~ Vivió esta Señora con gran retiro todo el tiempo
que estuvo en, Nazaret; su ocnpacion ordinaria eran la
oracion y la contemplacion. Como no perdiajamás á Dios
de vista, ·ni el trabajo de manos interrumpía su oracion,
.ni,, .el cuidado de su corto omenage su ínt ima un ion con
Dios' ; jamás se vió ~modestia tañ perfecta ni tan respeta–
ble; con solo ~lexarse ver, infundía un respeto y una ve–
neracioo. in . igual. Rara vez . se la veía en público, di–
ctt san Ambrosio·; el· retiro tenia para·élla atractivos ma ...
. ~avillosos. Conversaba poco con los homb res, porque to–
da su conversaciGn era en: lps cielos ; la caridad reglaba
to.9as sus visita&,,,y toclos e~pe.dmentaban los efectos de·
Sll misericord~ :eEos SO/lt$LSolit1a CCEtUS Virorum invisere,
q.yos misericordia non ,erube..sceret.
) .
, J , t §'. XV.: .
~ - e L·a anunoid~ióJ;.11 ~¡.J 1¿ . sdntí..sima Vírg~n.
H-abia dos ~~~~ y c:aitii~~s ~vías que estos dos cast~s~
esposos vivian co.rno hermauos en .el exercicio de las mas ·
adffnirables· viirtudes, ,1cuaddel1Jabiendo llegado e1 dichós()}
~.omento en que Dios;ch~·séfe ja r.eternidad tenia deter.mina~
d:o env.ian sµ hjjo ·ak mnadóJ,rel r ~nge1 _Gabriel fue envía~
® á. esia':incomparaQle _n ~ · par:a anunciarla que en st.-1) .
seno debia obrarse estb gr.an nister1o, y pa.rfi poner en su
nbtricia qme habi:endo •re:suel.~o _·el Verbo di vino hacerse
· <i:;une, la ~habia . ef! cQgicl.b para madre suya con .preferen–
~ia ·á~ 1 todas Jias ':¡deroa-s mugeres. A:pareciósela -e.l A~ge1,
diic.e rJsan .BerriaFdo ,- oüaocdo- ·inivisible á toda cuiatura se
iitmolaba á ..s11 Dios en el_ {ervor · de la mas sublime con;.·
.laci0n, y meditaba en su retiro el inefable mister io
no sabía··habia de obrarse en élla. El celestial En–
yiª~lo·1llen'© de respeto y veneracion á la qµe ya miraba
e.ollJo .á su· s~beráoa, se la apareció en figura de un manee·