'18r
di~bo
los··,profetas
! , ~·Por(va~tµ~qiO!iC©nJ/~ ~tt~ º (!Jr.tsto
:Pafdec"iese, todo
,esto_.;;1y
·as ' ren:t-iraise
li!1il
:su
~loda ~ Des~
pues
't
comenzando
á
haolar' dé Mby.ses yrdé t0dos los pro–
fetas , leS..ex plicó ·lo
q
11e estaba escrito de él. Entretanto ·\
$.e
encont. áron cerca del .lugar. donde iban" y Jesus hizo
-~dern~.n
de qMerer . pa'8ar
iroa-s
ad-elante; pero¡.éllos'
le
de·
tuviéroh y ·le
forzár~n
á
t¡uedarse . coñ.éllos, diciéndole
que er_a
tá.rd~·
y
que ·se ácababa ya ·el
dia. :
rindióse Jesus
á
sus
rmegos; y
pue~tos
todos
á
comet, tornó
J
esus
el pan, le bendixo, ( y
q.1.ú~á,11 le
consagró ) y habiéndole
p~rtic;lo
, se lo dió
á
comer.
En
esto se ab.riéron
SU:S.
ojos
y
le conooié ron;
p
er.o Jesus desapar:eció af ÍO$,ta:nte.
En..,
tonces, atónitos i.y
adr:ni.ra:dos , , se dtxéron ·lÍnjo
4 ·ótro:
Es
Je
u ;
~Y'
es
posib
le que .hayamos estado ta'n·no tiempo
sin can'0cerle?
i
N.o
se-ntíamos abrasarse nue;stro corazon
cuapp o
~mos
_.ha.biaba en el cam1no..,
y
.nos explicaba las ..
Esc-i:-úuras? filicho esto, rlew.á'ntanse
al
p\1oto de la mesa,
;y
se
vuél
ven á ioda
priesa
á
jerusale¡n. Encuentran
á·
los
após toles
junto.si, los
~llales 1 ;
al ·
verles en.trar " les dicen
.llenos de
goi;o:El
· Sefü~r
sha
r~sucitado
· verdaderamente;
no ha
y
qt¡e poner duda en ·
~llo,
pues se ha a parecido
á
Pedro.
i
A
quiénes hablais '
de esto~
_responden nuestros
;qos .
.ca:roJi¡ia-ntes.Tambjen se
q.osha
a,parecid_o
á
nosotros,
hemos ten ido la dicl:i·a
de :.conv,~l:sav
<mn él un largo ra,to,
nos ha µic;ho las ,mas bellais
cos~
d.e1 muncdo sobre su pa·
..eion, su muerte
y
su resurrecion., predichas· por Moyses
y por los profelia.s, de los que nos ha dado una inteligen–
ci.a clara; bien es v.erd,ad que nuestros ojos estaban como
fa
·cina.gfl)s, y que no le hembs _conocido hasta 1a
fracoion
d 1
pan. .
• ·
.
_
.
.
(
Luc.
74. ) .
Aún
no habían acabado de- hablar, cuando
h
aquí que Jesus se presentó en medio de éllo ,
y
les
dixo: La paz sea con vosotros: yo soy, no temais. Por
m
dulce
y
agradable que fuese esta visita tan poco es–
perada, los discípulos
que<dár~n
atónitos,
y
se
imagina~
han ver un fantama , ó cuand<f ménos· un espíritu reves–
tido de un cuerpo preséado; •pu.e.s ignorando todavía las
cualidades de un cuerpo resucitado, no comprend ian có–
mo babia podido entrar
esta~do
·.
c:~rradas
todas
las
puertas. El . Salvador', les
~e reno
d1c1endoles.:
i
De qu_é
os turbai ?
i
y
por que os v1enea· esos pensa011éntost
Mi-
Tomo
/7[.
-
M 3