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1.80
VIDA
DE CRISTO
:
'
1J,:.J~~
...
f.t.
.,
•. §._
LXirV. · ·
~
Se apare
céJesus
·
resuoi1nido
á
los discípulos
.
que _iban
d
Ema.us,á
~¡
J!f(i{QJ.!,
á
todos los discípulos
•
d
I
~
I
1untos,
yespue_s_"
q
;santor:
.1
ornas.
E1'
mismo dia de la
resurre~·eÍon d~Í S~l~ador ~
que era
al otro dia del sábado, . y por' eonsiguiente 'el primer dia
de la semanrai, dos de
lo~
d.iscípulos partiéron por la tar–
de de Jerusalen
para ir
á 1Emaus ·, que era
urna;
aldea dis–
tante dÓs eguas cartas
> d;e~
la capitak Conyersando :entre
sí en el ·camino, se lesr,juntó
iJ~sus
ea· figur.a ·de peregri–
no'
y
les dixo:
i
Qué es e'so, que ' hablais,
y
por qué pare–
ceis estar tan tristes? Uno<de éllos, llamado Cleófas, le
respondió: Parece
que...tw1 .eres.¡el único de todos los fo–
r-asterbs :que han
.
esta.dd.en ~Jerusalen
.que : ignore ló
que _
ha paclo en
.élla
est0s 1dias·; Que'?_ les dixo Jesuis. C·ó–
mo?
R~plicó
Cle6fas: (
Luc~ r 24.)
.Pues qué ·,
i
no sabes
lo
que ha sucedido con Jesus de ,Nazaret, que era un 'pro–
fata poderoso en obras y en .palabras delante ·de Dios
y
de los h9mbres'
á
quien ·los-• príncipes
de .
los !sacerdotés
y
nuestnbs magistrados han eliltregado par-a ser condena–
do
á
mt1erte ~
y
por
fin
le h:á!n ;1crucifi.c.ado ?1Nosotros es–
perábamos que este hombre· sería el Sal\lador de Israel,
como
él
mismo nos lo había .hecho esperar ; pero ha
ya tres
di
as que han sucedido estas cosas,
y
su promesa
no se verific:a• .
Bien~
es ve11dad.1, que unas mugeres de las
nuestras nos·han d,icho que ciertamerite había. resucitado:
· fuéron al
amanece~.el
día de hoy· al sepulcro;
.y :
ñoil}µa- :
hiendo encontrado su· cuerpo,. nos han asegurado que ·tia–
bian visto unos ángeles, los que las han dicho que es–
taba vivo. Algunos de' entre nosotros han ido al sepulcro,
y
han visto lo que ·1as mugeres nos decian; pero á Jesus
no le han encontrado, ni
saben lo que ha - sucedido
de
él.
Entonces Jesus, que los babia estado escuchando sin
decir palabra, se revistió de maestro,
y
les reprendió,
aunque con buen modo, su poca fe, diciéndoles : ¡Oh ne–
cios
y
tardos de corazon para creer las
c~sas.
que han di- ,